Cárcel

Presos de cárceles sevillanas se preparan para reunirse con sus víctimas

Esta iniciativa de justicia restaurativa ya se experimentó hace años con reclusos de ETA arrepentidos

Exterior de la cárcel Sevilla-1
Exterior de la cárcel Sevilla-1larazon

Un total de 50 presos de tres cárceles sevillanas y de Valladolid asisten voluntariamente desde hace meses a talleres de justicia restaurativa con el objetivo de mantener si son seleccionados -cinco reclusos ya han sido elegidos- encuentros con las víctimas de sus delitos si estas quieren.

Con motivo de la celebración este martes del Día Europeo de la Mediación, Instituciones Penitenciarias informa en un comunicado del impulso a esta iniciativa de justicia restaurativa que se experimentó hace años con reclusos de ETA arrepentidos y que también se ha seguido entre penados y víctimas indirectas.

En este caso se trata de las personas que han sufrido de forma directa el delito de presos comunes condenados fundamentalmente por asuntos económicos. Están excluidos los penados por violencia machista, delitos contra la libertad sexual y aquellos con patologías psiquiátricas.

Hasta el momento 45 presos (nueve mujeres) han comenzado los talleres en tres centros penitenciarios de Sevilla (Sevilla I, II y Alcalá de Guadaira), mientras que en la cárcel de Valladolid ya han seleccionado a cinco internos -en el taller hay once penados- para verse con sus víctimas si aceptan ese encuentro y son preparadas para él mismo.

Los 45 reclusos que siguen el taller en prisiones sevillanas tienen condenas dictadas por la Audiencia Provincial de Sevilla, que se están ejecutando en segundo grado o régimen ordinario.

Para la primera fase, Instituciones Penitenciarias cuenta con la colaboración de la Asociación Andaluza de Mediación (AMEDI) que se encarga de los talleres en los que, a través de diez sesiones, se trabaja con los condenados la empatía, la asunción de responsabilidad, el arrepentimiento y la reparación, al menos simbólica, del daño causado.

A medida que se avanza en los talleres y se determina qué internos están preparados, se contacta con sus víctimas directas gracias a la colaboración de la Fiscalía de Sevilla y del Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía.

El contacto se realizará por carta, conforme a un protocolo redactado entre Prisiones y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La intervención de la víctima en el programa es voluntaria y confidencial.

Si la persona acepta el encuentro AMEDI también trabajará con las víctimas, en una o varias sesiones, a fin de preparar el encuentro, que se producirá en presencia del mediador, en el ámbito penitenciario o fuera de él, según deseo de la víctima.

En el caso de Valladolid, la Asociación para la Mediación, el Encuentro y la Escucha (AMEE) comenzó a impartir el programa antes del verano sobre once internos del Centro Penitenciario. De ellos se ha considerado aptos a cinco penados –dos en libertad condicional y tres en régimen de semilibertad- en los que se ha advertido un arrepentimiento sincero.

Tras el acuerdo alcanzado con el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid, ahora se va a proceder a contactar y explicar a sus víctimas la posibilidad de participar en los encuentros.

Prisiones explica que la Justicia Restaurativa surge como complemento al sistema de Justicia ordinaria con la idea de ofrecer, tanto a víctimas como a victimarios, la posibilidad de dialogar sobre el delito y sus consecuencias, profundizar en la asunción de responsabilidad de quienes lo cometieron y acordar la reparación del daño causado de forma real o simbólica.

Según las experiencias realizadas en este ámbito, son múltiples los beneficios para las víctimas: posibilidad de explicar su vivencia del delito y sus consecuencias, facilitar la oportunidad de la petición de perdón, la reparación del daño o de cerrar el proceso interior.

También supone un importante avance en el proceso de reinserción de los condenados, aunque la participación en el programa de Justicia Restaurativa no suponga, sin embargo, efectos sobre la pena impuesta ni beneficios penitenciarios.