Empleo
El bono joven se cierra con 13.000 contratos para 400.000 parados
El plazo de la ayuda a empresas acabó en diciembre. La Junta ya ha comprometido la mitad de los treinta millones previstos
El lastre del paro juvenil es cada vez menos pesado en Andalucía, pero sigue tocando de cerca a miles de jóvenes: mientras que la tasa general se sitúa en el 21,8%, para la franja de edad de menores de 25 años está en el 43,7%. Las medidas para frenar el desempleo para quienes aún no han cumplido los treinta años se articularon a través del Sistema de Garantía Juvenil. Al cierre de diciembre, 405.000 andaluces se encontraban inscritos, copando una cuarta parte de los registrados en toda España. La inscripción es imprescindible para optar a cualquiera de las alternativas que se ofertan, desde contratos en prácticas a cursos de formación, cada una con distinto impacto en la incorporación definitiva al mercado de trabajo. Una situación que preocupa especialmente a Europa y para lo que destina parte de los fondos de fomento del empleo.
El bono de empleo joven es la herramienta que se ha demostrado más efectiva hasta el momento. Consiste en un pago a las empresas de entre 3.000 y 6.000 euros –según si el contrato es a media jornada o completa– por contratar un mínimo de doce meses a inscritos en el fichero de Garantía Juvenil. En las primeras convocatorias se concedían nominalmente y los beneficiarios debían buscar a una empresa que quisiera contratarlos. En la última, de mayo de 2018, se modificó para que fueran las empresas interesadas quienes solicitaran directamente las bonificaciones. Se incluyó también un incentivo para contratación indefinida, de entre 4.000 y 8.000 euros, supeditado a la ampliación de otro ligado a un bono de empleo, según consta en la orden publicada. El mantenimiento mínimo, en este caso, para que la ayuda no se revoque serían 18 meses, pudiendo extinguirse el contrato a partir de esa fecha. El entonces Gobierno del PSOE fijó en 30 millones el presupuesto máximo, repartido en los dos tipos de incentivos citados y en tres anualidades, de 2018 a 2020 –los fondos europeos aportan el 91,9% y la Junta el 8,1% restante–. Del total del dinero previsto para las tres anualidades (30 millones), se han ejecutado 14,8 millones hasta el 31 de diciembre, fecha en la que finalizaba el plazo para pedir las ayudas, según información facilitada a LA RAZÓN por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo. El resto, 15,2 millones se ejecutará en 2020 –detallan en la Consejería–, atendiendo las solicitudes recibidas pendientes de tramitación. En total, se han recibido 12.798 peticiones –11.500 relativas al bono joven y 1.298 correspondientes al incentivo para la contratación indefinida–, de las que se han tramitado hasta el momento 5.451. De ellas, ya estarían resueltas de manera favorable 2.754 ayudas –2.339 bonos y 415 incentivos–. Esa cifra correspondería a las empresas que han recibido la aprobación y cuyo dinero está comprometido.
Para el bono de empleo se reservaron 27 millones, distribuidos en 10 millones para 2018, 13,5 millones el año pasado y otros tres en este ejercicio. La Consejería expuso que al finalizar el plazo estipulado, se han tramitado 4.600 expedientes. Se han fiscalizado de conformidad y por tanto se resuelven favorablemente 2.339 expedientes por un importe total en torno a los doce millones de euros y, de ellos, ya se ha tramitado el pago de seis millones.
Respecto al incentivo, se han registrado 1.298 solicitudes de las cuales se ha iniciado la tramitación de 851 expedientes, según los datos trasladados por Empleo. Se han fiscalizado de conformidad y por tanto se resuelven favorablemente 415 expedientes por un importe total en torno a los tres millones de euros, llegando a la cifra límite establecida, y se han tramitado pagos por dos millones. El resto, quedaría pendiente de completarse en 2020.
El perfil más habitual: mujeres en el sector servicios
Un estudio de la Junta sobre el impacto del bono de empleo joven en sus tres primeros ejercicios –entre 2014 y 2017– certifica que tres de cada cuatro contratados mantenían su empleo 18 meses después de iniciarlo. Las conclusiones dibujan un perfil claro de los beneficiarios de esta iniciativa de inserción laboral: el 67% son mujeres que trabajan en el sector servicios; un sector en el que se ha requerido al 58% de los beneficiarios hombres. Las menores de 30 años están especialmente afectadas por el paro, situándose la tasa juvenil en 12 puntos por encima de la de los hombres –la mitad de las mujeres están en el paro–. En total, se realizaron en ese período casi once mil contrataciones.
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