LA RAZÓN

“Se está demonizando la figura del empresario”

Los vicepresidentes de la CEOE Lorenzo Amor (ATA), Gerardo Cuerva (Cepyme) y Javier González de Lara (CEA) piden al Gobierno central la estabilidad y diálogo social que hay en Andalucía

Javier González de Lara, Gerardo Cuerva, Fernando Fuentes y Lorenzo Amor
Javier González de Lara, Gerardo Cuerva, Fernando Fuentes y Lorenzo AmorManuel Olmedo

Los máximos representantes de los autónomos, las pymes y la patronal andaluza, que ostentan a su vez las vicepresidencias de la CEOE, pusieron ayer al Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos como ejemplo a imitar por el Ejecutivo central, ante el que no obviaron su «preocupación» por su carácter «ideologizado» y al que reclamaron un diálogo social con empresarios y sindicatos «como el de Andalucía».

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo
La consejera de Fomento, Marifrán CarazoManuel Olmedo

Lorenzo Amor (ATA), Gerardo Cuerva (Cepyme) y Javier González de Lara (CEA) participaron en Los desayunos de LA RAZÓN, presentados por la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, para abordar los retos del empresariado ante una situación que todos coincidieron en ver «compleja» por la «desaceleración económica», la incertidumbre internacional por el Brexit, el conflicto territorial en Cataluña y el primer Gobierno de coalición en España que los empresarios ven con «enorme ideologización» en el que «hay partidos políticos que parece que están llevando a la sociedad a tener que elegir entre el progreso o la empresa». «Yo ante eso me rebelo», defendió Cuerva, mientras Lorenzo Amor denunció que «se está demonizando la figura del empresario» incluso en series de dibujos animados donde «el empresario es el malo, y eso lo ven los niños». González de Lara incidió en la misma idea con un ejemplo claro: «Cuando hay crisis los culpables somos nosotros y cuando hay creación de empleo es gracias a los políticos». Por contra, el presidente e la patronal andaluza reivindicó que «la solución pasa por la empresa» como creadora de economía y empleo, que es la «mejor política social».

Estabilidad

En este sentido, subrayaron que lo único que pide el empresariado es «estabilidad». Un clima de confianza que destacaron como el «gran logro» del Gobierno andaluz de PP y Cs en su primer año al frente de la Junta, con medidas como la rebaja fiscal, la supresión de trabas burocráticas o la ampliación de la tarifa plana para los autónomos, que además de apoyar a los nuevos emprendedores, el presidente de ATA destacó que «ha aflorado mucha economía sumergida», sobre todo en el ámbito rural.

De hecho, en 2019 se dieron de alta en Andalucía más de 12.000 autónomos más que el año anterior y, junto a Madrid y Canarias, son las únicas comunidades que «han recuperado todo el tejido empresarial anterior a la crisis, que en España aún no lo hemos conseguido», destacó Amor, quien incluso auguró que Andalucía está en disposición de «dar el sorpasso a Cataluña» en cuanto al número de nuevos emprendedores. También alabó las bondades para el colectivo de la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, que ha permitido la transmisión de negocios de padres a hijos.

No obstante, pese a los buenos datos de autoempleo, el presidente de ATA alertó de que en los últimos diez años España ha perdido un tercio de sus jóvenes empresarios. «Aquí nace el talento pero está emigrando a Portugal y Holanda. Algo estamos haciendo mal porque se está demonizando la figura del empresario y eso tenemos que cambiarlo», defendió Amor.

El líder de la CEA advirtió de la «desaceleración económica» que ha comenzado, con 190.000 empleos menos creados en España en 2019 respecto al año anterior, además de la situación internacional y el largo ciclo electoral en el que ha estado inmerso el país que «paraliza la actividad económica». Una situación ante la que su receta es clara: «La solución es poner a la empresa en el centro».

González de Lara pidió la ayuda a los empresarios de poderes públicos, entidades financieras y sociedad «para cambiar Andalucía». Un objetivo para el que defendió que se necesitan «mejores empresas, con mejor dimensión y financiación, mejor reconocimiento social, una administración pública más eficiente con menos trabas burocráticas y menor presión fiscal». Ámbitos en los que destacaron la labor de la Junta de Andalucía.

Diálogo social

Los tres líderes empresariales reclamaron al Gobierno de la nación que imite varias de las recetes de la Junta de Andalucía, así como un verdadero diálogo social en el que se escuche a empresarios y sindicatos antes de legislar, y no se les convoque sólo para ver «una película cuyo final ya está escrito».

Desde Cepyme, Gerardo Cuerva también lamentó que «en los últimos años tan sólo se habla de la empresa para decir lo malos que somos los empresarios, somos los que despedimos, los que no queremos subir los salarios y yo ante eso me rebelo». Defendió que el «progreso de la sociedad va de la mano de la empresa» que «necesita certidumbre, no porque el empresario seas cobarde sino porque no es temerario, necesitamos marcos predecibles» para «atraer inversión». Un mensaje que es habitual escuchar en boca del presidente de la Junta, Juanma Moreno.

De paso, el presidente de Cepyme rompió varias lanzas contra la mala imagen de los empresarios al dejar claro que «la empresa paga impuestos y muchos» y que frente a quienes quieren apropiarse de la bandera ecologista, «el 54% del gasto medioambiental lo hacen las empresas». «Ojo con ponerle color político a la sostenibilidad medioambiental», alertó, tras defender la conciencia del empresariado en la materia y dirigirse a sus colegas para dejar claro que «en la sostenibilidad hay que creer o por convencimiento o por negocio» ya que también supone una oportunidad de mercado. De nuevo coincidió con otro de las mantras del presidente andaluz, que ha pintado de verde su Gobierno y arremete contra la apropiación de la conciencia medioambiental desde determinadas formaciones políticas, fundamentalmente de la izquierda.

Financiación autonómica

Además de alabar la acción del Gobierno andaluz, los tres se mostraron aliados de la Junta en su reivindicación al Ministerio de Hacienda de los 537 millones que adeuda por la liquidación pendiente del IVA de 2017, que «son de los andaluces, no de ningún partido ni Gobierno», dijo Amor. Precisamente, ayer se reunía en Madrid el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que varias comunidades, entre ellas Andalucía, plantearon esta reclamación por la que la Junta ya ha anunciado que está dispuesta a ir a los tribunales. A tenor de la posición defendida ayer por los empresarios, el Gobierno de Juanma Moreno tiene todo su apoyo. Desde la CEA, González de Lara incluso vaticinó tiempos de dura confrontación. «Seamos conscientes del Gobierno que tenemos en Madrid, por primera vez de coalición y con un componente ideológico muy marcado. En los próximos meses vienen curvas muy muy fuertes. El Salario Mínimo es sólo la punta del iceberg, ahora viene la contrarreforma laboral, la reforma del Estatuto de los Trabajadores y un modelo laboral que no sabemos cuál va a ser», advirtió.

Los tres vicepresidentes de la CEOE pidieron abandonar ya la «campaña electoral» y «tomar decisiones reales». «No es momento de dogmatismo sino de pragmatismo. Las campañas electorales ya han terminado», subrayó el presidente de los autónomos.

Lara, Amor y Cuerva se esforzaron en destacar su «unidad de acción empresarial» y, como vicepresidentes andaluces de la CEOE –de Málaga, Córdoba y Granada respectivamente- se mostraron orgullosos de que «Andalucía esté al frente del crecimiento de las regiones», destacó Lorenzo Amor.

De hecho, todos ellos loaron las bondades de la comunidad donde «se hacen cosas muy buenas» que instaron a promocionar para luchar contra los tópicos. «No somos mejor que nadie pero al menos somos iguales», defendió González de Lara. Una imagen de Andalucía que Gerardo Cuerva corroboró. Ahora que por su cargo como presidente de Cepyme está recorriendo distintos territorios dijo desear que «funcione el mundo empresarial en España como funciona en Andalucía».

La subida del SMI pactada fue apoyada como «lo menos malo»

La actuación del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos para subir el SMI a 950 euros mensuales es, para los empresarios, el ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas, al reunir a los agentes sociales y económicos ya con la decisión prácticamente tomada. «Si a nosotros nos hubieran ofrecido no subirlo, nosotros hubiéramos apostado por congelarlo y subir el IPC pero no era esa la propuesta. La decisión que se adoptó es la menos mala, por eso la postura fue unánime», reveló Lorenzo Amor, no sin admitir que «hay sectores y comunidades a las que les va venir peor». También el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, admitió que la subida pactada «no es buena para las pymes pero es menos malo que el Salario Mínimo de mil euros», una pretensión de Unidas Podemos que el Ejecutivo puso sobre la mesa.

Cuerva criticó que el Estatuto de los Trabajadores indica que el SMI se consultará con los agentes sociales y se tendrá en cuenta la situación económica y la evolución «cosa que no se ha producido». Dejó claro que llegar al «umbral de los mil euros» hubiera sido un «desastre no sólo para las empresas sino para las 5.000 mesas de la Negociación Colectiva, hubiera hecho que reventara el entendimiento entre los empresarios y los sindicatos». Además señaló que pidieron al Gobierno, y no está resuelto, que si piden a los empresarios un «esfuerzo» para subir el SMI, esa subida también tiene que existir en los contratos públicos de las empresas con la administración porque «no vale» hacerlo repercutir únicamente en las adjudicatarias y no aplicar esa misma subida en los contratos públicos.

Para el presidente de la patronal andaluza, Javier González de Lara, la subida del SMI ha sido el primer desafío del nuevo Gobierno progresista de coalición en materia económica pero alertó de que no será el último. «Ahora viene la contrarreforma laboral, la reforma del Estatuto de los Trabajadores y un modelo laboral que no sabemos cuál va a ser».

Por ello justificó el apoyo unánime de las diversas organizaciones empresariales a la postura mantenida por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en la negociación con el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos sobre el incremento del Salario Mínimo Interprofesional. «Lo importante no es lo que conseguimos sino lo que evitamos», defendió González de Lara de forma lapidaria.