Coronavirus
La batalla contra el coronavirus se dará también en las redes sociales
Un diputado nacional y miembro de la Ejecutiva del PSOE desmonta “fake news” en su perfil de Twitter y avisa del uso de “bots” y de la compra de “herramientas de difusión de WhatsApp masivas”
El voceo del siglo XXI se hace en las redes sociales, también en la pandemia. El diputado nacional granadino y secretario de Dinamización de Agrupaciones Locales en la Ejecutiva Federal del PSOE, José Antonio Rodríguez Salas, tiene claro que en ellas se dará también la batalla contra el coronavirus. “España es de los países del mundo que más usa las redes y en ellas circulan numerosos bulos”, asevera a LA RAZÓN. Desde la conciencia de esa realidad se ha propuesto desmontar “fake news”, noticias falsas a las que todos los ciudadanos están expuestos y que se propagan estos días con la misma velocidad que el Covid-19, a través de su perfil de Twitter (@JoseantonioJun). Ya ha puesto la lupa en el transmitido por un supuesto camionero que “saca una panorámica con poca definición de cajas gracias a su móvil y afirma que son de mascarillas que iban a acabar en Francia porque España no podía pagarlas”. “Si se amplía la imagen -continúa- se ve que son de folios A4”, afea. En su rastreo ha detectado además a supuestos “sanitarios que nadie sabe de dónde salen” y a otros, como el apodado “Spiriman”, que “un día afirma que se trata de un ‘pollanovirus’ que no va a ningún sitio y tres después que el mundo se va a acabar”; o al que “se ha inventado que los latinos, los italianos y los españoles en concreto, somos más propensos a morirnos a causa del coronavirus, cuando sólo hace falta echar un vistazo a la prensa internacional para darse cuenta de que, lamentablemente, las muertes se están produciendo en todo el mundo”.
Rodríguez Salas admite que le “preocupan”, esos últimos casos, dado que “se trata de profesionales en activo” a los que “la gente suele hacer caso, sobre todo, ahora mismo, cuando los médicos son los héroes”. Corren tiempos de pocas certezas y se buscan asideros. “No todo vale para generar audiencia o visualizaciones y dar la impresión de que los políticos lo ocultan todo y las instituciones no sirven para nada”, mantiene.
El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, anunció en su discurso de investidura, antes de que el Covid-19 se instalara en la vida de los españoles, que iba a impulsar una estrategia nacional de lucha contra la desinformación, Rodríguez Salas desvela que en la etapa anterior en la que estuvo en La Moncloa ya comenzó a desplegarse. Confirma que, junto a iniciativas como la suya de lucha contra las “fake news”, existe “una unidad de análisis y estudio en la que participan la Secretaría de Estado de Comunicación del Ejecutivo y organismos de diversos ministerios como el de Interior, Defensa o el de Exteriores”, que trabajan en esa línea. Lo que no podían imaginar cuando arrancaron hace casi un año es que “iba a haber ataques dirigidos contra las estructuras del Estado”.
Relata que se está “contratando a empresas con ‘bots’ -programa informático que efectúa tareas repetitivas en Internet, los conocidos como robot- a los que se les nutre con hojas de Excels en las que se les dan instrucciones de lo que han de hacer en todas las redes”. Alerta luego de que “se han comprado herramientas de difusión de WhatsApp masivas, con las que enviar miles de mensajes a la vez”. El objetivo a batir en muchos casos es el Ejecutivo de Sánchez. “Mientras se toman decisiones que medios internacionales como el ‘Finacial Times’ reconocen acertadas, aquí se intenta extender la idea de que todo se hace mal. Pero atacar al Ejecutivo de forma sistemática no es la forma de atacar al virus”, lanza. Defiende que se han tomado decisiones “de forma paulatina y conforme ha ido marcando la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, pero, si en otros países “la oposición se ha puesto del lado del Gobierno en un Estado de guerra contra un virus muy grave”, en España, “cuestiona todos los días lo que se hace y se enredan en que no se entregan las mascarillas”, reprocha.
Tampoco entiende por qué primero “piden que se pare más la actividad económica y cuando se hace, critican que sea en fin de semana y sin avisar, como si ahora no fueran todos los días lunes”, desliza. Hace un llamamiento genérico a “estar a la altura de las circunstancias” y anota que el “siguiente escenario en el camino” será “la aprobación de unos Presupuestos de reconstrucción nacional que saquen al país de la quiebra en la que se quedará momentáneamente”.
Mientras, seguirá enfocando falsedades y sosteniendo el relato que ha armado para que su hija, que cumplirá cuatro años estos días, soporte el confinamiento. “Me he dejado barba porque le he contado que somos náufragos”, desvela. Como el protagonista de “La vida es bella”, se las ingenia para hacerle creer que la situación que atraviesa, el encierro domiciliario, es un juego y cuentan pasos por la parcela, siguiendo las indicaciones del mapa que unos piratas les dejan en el buzón hasta encontrar el punto donde está enterrado un tesoro: "Monedas de chocolate”, bromea. El sentido del humor es recomendable para niños y mayores.
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