Coronavirus
Una ‘policía del Covid-19′: “Tienes que ver con los ojos de la mente algo que parece invisible”
Una de las enfermeras que rastrea al coronavirus admite que “les está dando muchos quebraderos de cabeza”, pero se muestra convencida de que su labor será “útil” para frenar posibles rebrotes
Covid-19 ha cegado el futuro próximo y ha privado de la mirada a lo lejos. Pero hay quien, por su culpa, ha tenido que ejercitar cierta forma de mirar sin ver. Con la desescalada ha aparecido un concepto, el de los rastreadores, el de la ‘Policía del coronavirus’. Este nuevo cuerpo está integrado en Andalucía por unos 8.100 profesionales de Atención Primaria, según ha apuntado la Consejería de Salud de la Junta, en su mayoría enfermeras. Su misión es identificar a quien ha dado positivo y tejer a partir del contagiado una red de contactos. Estos investigadores sanitarios deberán intentar determinar “el tiempo de exposición que ha tenido con familiares y amigos” el infectado e incluirlos a todos “dentro del mismo caso”, explica a LA RAZÓN, Alejandra Morilla, una enfermera del centro de salud El Greco, en Sevilla, convertida en una de esas detectives del virus.
Una parte importante de su labor es la de contactar con los localizados, vía telefónica, para trasladarles las recomendaciones sanitarias y de aislamiento que deben seguir, adaptándolas "a la idiosincrasia de cada sitio” y a la circunstancias de cada uno, apunta Morilla, porque no todos disponen de los mismos medios para afrontar el confinamiento.
Un simple gesto como pasar un alimento en una cena en familia puede suponer un riesgo y las distintas autoridades sanitarias confían en que el trabajo de esta ‘Policía’ ayude a combatir posibles rebrotes de la enfermedad, gracias también al incremento de pruebas para detectarla.
Morilla relata que abordan cada caso “como la enfermedad infecto-contagiosa que es” por lo que no sólo hacen “un control de la infección”, para determinar si se tiene que ocupar un médico del afectado que ha dado positivo o hay que realizar “una derivación hospitalaria”; sino que además llevan a cabo el mencionado "seguimiento de quienes han tenido contacto con un paciente Covid”.
“Las enfermeras de Primaria ya tenemos algo de experiencia en rastreos así, dado que los hemos hecho en personas con tuberculosis cuando han venido refugiados desde asociaciones, por ejemplo”, apunta. Aunque admite rápido que el coronavirus, “les está dando muchos quebraderos de cabeza” ya que “es muy transmisible” y tiene “una sintomatología muy variable”.
“Es una transmisión respiratoria de contacto y el manejo de éste es complicado. Tienes que ver con los ojos de la mente algo que parece invisible, el virus. Tienes que sospechar dónde está”, condensa. Asegura que sus compañeras y ella misma tienen “la sensación de estar haciendo ahora" lo que han de “hacer”, pero el que hayan llegado ahí en la fase 1 de la desescalada, en la que “la gente ha empezado a entrar y salir con más frecuencia”, no les facilita el trabajo. Reconoce que hay “cadenas que son enormes” e hilvana que cuando se encuentran con “un caso muy complejo” que se les puede “ir de las manos”, lo elevan a sus 'mandos policiales’, a Epidemiología, con los que están en permanente contacto. Morilla está convencida de que las horas de esfuerzo que acumulan y las que le quedan por delante "serán útiles” y no duda en garantizar que a ella, le gusta su cometido.
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