Eutanasia
La dignidad humana
“¿Es justo matar a un crío indefenso so pretexto de quedar paralítico o retrasado en todos sus movimientos?”
Se está planteando la eutanasia pre o post-natal, arguyendo falsas razones de caridad ciudadana, egoístas disfrazadas de argumentos sentimentaloides.
No nos aferremos a estas banalidades fútiles, a estas mentiras dirigidas poco a poco sutilmente.
Dicen ustedes que los bebés en el vientre materno no son aún personas, en España hasta las 48 horas después de nacer no tienen ente jurídico (¿y qué?). Es una criatura fruto del amor de sus padres, tiene una dignidad moral, desde el momento de su concepción hasta la muerte natural.
¿Qué viene con características diferentes? Claro que sí, la mayor parte de ellas se podrán subsanar con cariño y medicación adecuada siendo un acicate positivo para toda la familia.
Les pongo un ejemplo sencillo: un niño, de dos o tres años, va al parque con su madre, sube al columpio, cae de mala forma y ¿qué debe hacer la mamá en ese momento? El chiquillo en el suelo con una postura absurda que le dificultará su movilidad muchos años. El padre lo ve de aquella forma, saca una pistola, lo remata y ya está; en su soberbia se cree un hombre justo y equilibrado. Así no sufrirá el niño. ¡Quiá!
¿Es justo matar a un crío indefenso so pretexto de quedar paralítico o retrasado en todos sus movimientos? ¡Mentira! Disfrazada de piedad peligrosa, como explicaba Stephan Zweig, en su importante libro de ese mismo nombre, un falso egoísmo que siguió Esparta, Roma y ahora medio mundo trata de disculpar. Muerte a los inocentes. No nos engañen con cantos de sirenas, con discursos hueros que no prosperan; la crueldad con los más indefensos está clara.
Lo lógico es entender que todo ser humano tiene derecho a nacer e incorporarse a la vida con distintas capacidades y poseen todos la misma dignidad.
Dejen de lado las mentiras disfrazadas y verán cómo descansa su mente del estrés y el egoísmo: abran las ventanas al sol y respiren hondo; y aprendan que sin ese espíritu, no sabríamos hoy ni internet, ni fútbol, ni religiosidad ni música: “La dignidad es intrínseca a toda persona”. Nacemos con ella lo crean o no, doy solamente unos nombres famosos que cambiaron el mundo: Ludwig van Beethoven, San Juan Pablo II, Steve Jobs, Cristiano Ronaldo, John Lennon, Céline Dion, Andrea Bocelli y actualmente, Nobuyuki Tsujii, uno de los mejores pianistas del mundo por su técnica y sensibilidad, nacido en China, ciego y Síndrome de Down.
Piensen en esto y cambien el chip.
*Rosa Ciriquián Costi es presidenta de Pro-Vida Asdevi Sevilla.
✕
Accede a tu cuenta para comentar