El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha dicho este martes que “todavía es pronto” para hablar de apertura de la movilidad provincial en Andalucía o de ampliación del toque de queda, ya que ha advertido de que preocupan la propagación de la cepa británica y el frenazo a la curva de bajada de la tercera ola.

El Ejecutivo andaluz aboga por la “máxima precaución” hasta que el próximo 18 de marzo el comité de expertos evalúe de nuevo si se relajan algo las medidas para las dos semanas siguientes, lo que incluiría la Semana Santa.

Aguirre ha transmitido en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno que es necesaria la prudencia y “nada de lanzar las campanas al vuelo” ni relajarse en las medidas impuestas.

El consejero ha asegurado que la expansión de la cepa británica será sólo uno de todos los indicadores que se tendrán en cuenta y ha abogado por no hablar con diez días de antelación ya que “las cifras pueden ser muy variables”.

Sin embargo, la cepa británica marca registros muy polarizados en función de las provincias, ya que Almería tiene un 93 por ciento de incidencia y en Cádiz o Granada se alcanza al 75 por ciento, frente al 18 por ciento de Córdoba o el 11 por ciento de Huelva.

Precisamente en Almería, Granada o Cádiz las restricciones actuales son mayores porque la tasa de incidencia es más elevada, por lo que la Junta mantendrá la precaución para que la cepa británica no se extienda al resto de provincias y haya un problema de aumento de incidencia acumulada a nivel global.

Aguirre ha explicado que esta cepa está “muy metida” en Almería, lo que ha ligado a las poblaciones británicas; ha recordado que en Granada fue donde se detectó por primera vez en aguas residuales; y ha recalcado que en Cádiz hubo un gran incremento por la incidencia del Campo de Gibraltar.

“Ese es uno de los peligros que tenemos, que en provincias con muy poca incidencia como Córdoba o Huelva llegue”, ha indicado.

El comité de expertos tomará la decisión sobre las medidas el 18 de marzo, por lo que “todavía es pronto para hablar de apertura o cierres perimetrales de provinciales y de toques de queda”.

Además, se ha “doblegado” la tercera ola pero los datos muestran una “fase de meseta”, con una incidencia acumulada de 125,4, por debajo de la media de España, pero marcando “pequeños dientes de sierra” que suben y bajan en los últimos días.

En cuanto al índice de contagiosidad la situación es similar, ya no está bajando sino que sube levemente.

Son parámetros “no concluyentes” pero que orientarán a los expertos a la hora de analizar la evaluación de la tercera ola antes de tomar decisiones para los siguientes quince días, incluyendo la Semana Santa, que tendrá lugar a partir del 28 de marzo.

En ese sentido, Andalucía ve positivo que a nivel nacional se mantenga el cierre perimetral de las comunidades, mientras que otros temas como el toque de queda o las reuniones de 4 o 6 personas está abierta al debate.

Aguirre ha apostado por la “imaginación” ante una Semana Santa que se tiene que vivir “sin procesiones, sin aglomeraciones”. Si se puede hacer en otra provincia diferente a la de residencia “dependerá de las cifras que llevemos ese día”, ha insistido.

Por su parte, el portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, también ha abogado por la prudencia y ha aludido a la “experiencia” del descenso brusco de la segunda ola, que permitió abrir la movilidad en Navidad y posteriormente en febrero se han registrado más de dos mil fallecidos en la comunidad.