Política

El delegado del Gobierno sobre las primarias del PSOE-A: “No hay ningún ungido por la mano divina”

Pedro Fernández defiende que no ha sido nombrado para hacer oposición a la Junta de Andalucía

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández. EFE\Julio Muñoz .
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández. EFE\Julio Muñoz .Julio MuñozAgencia EFE

El delegado del Gobierno en Andalucía y miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE-A, Pedro Fernández, ha asegurado que “cualquier” candidato que se presente a las primarias podría liderar el partido porque “no hay ningún ungido por la mano divina” y serán los militantes los que decidan con su voto.

“No hay ningún señalado ni ningún ungido por la mano divina, en absoluto, quien quiera libremente se presentará y la militancia va a decidir quién va a ser su secretario o secretaria general, puede ser cualquiera que se presente”, ha subrayado en una entrevista con Efe.

Ha recordado, además, que los aspirantes pueden presentarse con “un mínimo de avales” porque los nuevos estatutos del PSOE han reducido mucho los apoyos necesarios para optar como candidato a las primarias, lo que hace “más democrático” el proceso.

“No es el aparato quien decide, van a decidir los militantes de las distintas agrupaciones, es así, no hay más”, ha recalcado, y ha agregado que a los secretarios generales “no los eligen los que tienen más poder dentro del PSOE, como podía pensarse que ocurría antes” a través de los delegados que acuden a los congresos “con las consignas o con un posicionamiento político”.

Por ello, considera que lo que digan los dirigentes o cualquier miembro del PSOE-A sobre las personas que aspiren “legítimamente” a ser candidatos “está de más”.

Son los candidatos, según Fernández, quienes individualmente tendrán que “demostrar” a la militancia que son “la mejor opción” y, una vez que pase el proceso de primarias, el PSOE es “uno, no puede haber fragmentación ni quebranto porque eso no es bueno para ningún partido”.

Ha abundado en que la apuesta de la dirección federal del partido es que “se cumplan los estatutos” y que la militancia decida “libremente”, y ha negado que desde Ferraz se haya “señalado” al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, como candidato.

“Puedo asegurar que aquí no hay ‘dedazos’, ahora se habla de Juan Espadas, pero hace nada se estaba hablando de Felipe Sicilia (diputado al Congreso por Jaén), de María Jesús Montero y, al principio, incluso de Carmen Calvo”, ha recordado, tras lo que ha apostillado: “igual mañana se habla de no sé quién”.

Sobre si cree que la actual secretaria general, Susana Díaz, debería haber dado “un paso atrás” cuando no consiguió formar gobierno tras las elecciones autonómicas de 2018, ha dicho que “uno da un paso atrás cuando le faltan ya fuerzas o ilusión, pero en este caso no es así”.

En su opinión, Díaz y el grupo socialista están haciendo un trabajo “magnífico, extraordinario” en el Parlamento de Andalucía y, a partir de ahí, se trata de “tener o no el convencimiento, las ganas, la ilusión de seguir por un camino o no seguir ya; eso es algo que legítimamente le corresponde a ella decidir y nadie más tiene que opinar con respecto a eso”.

Ha rechazado, en este sentido, que Díaz esté en “declive” desde que dejó de ser presidenta de la Junta y, al respecto, ha recordado que el PSOE, con ella al frente, ganó las elecciones aunque no pudo formar gobierno porque “no daban los números”.

No obstante, el también exalcalde de Baza (Granada) ha subrayado que en los partidos lo “importante” es el proyecto más que quien lo lidere y dentro del PSOE hay “un gran equipo de personas” además del trabajo de toda la militancia.

“Yo nunca hubiera podido conseguir cuatro mayorías absolutas (en las elecciones municipales) si no hubiera sido porque había un gran equipo de personas que llegaban a ámbitos a los que yo no podía llegar”, ha asegurado.

En este sentido, ha dicho que “quien nos representa es una cuestión de puertas para adentro, ahí es donde cada uno puede ver diferencias, por ejemplo entre Susana Díaz y Juan Espadas, pero eso no significa que uno sea mejor o peor que otro, es una cuestión de matices, de sensaciones”, ha aseverado.

Sobre su apuesta personal, ha aseverado: “yo no tengo claro el voto porque no sé ni los candidatos que se van a presentar, todavía no se ha abierto este proceso”.

Por otro lado, el nuevo delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha apostado por la “colaboración leal” y la “coordinación” con la Junta, y ha subrayado que no está en este cargo, del que tomó posesión hace ocho días, para “hacer oposición al Gobierno andaluz”.

“En absoluto, mi objetivo no es hacer oposición a la Junta, no es lo que se pretende, yo no estoy aquí para hacer oposición al Gobierno andaluz, todo lo contrario, y así se lo he manifestado personalmente a (Juanma) Moreno Bonilla y a algún consejero con el que he tenido la oportunidad de hablar”, ha asegurado en una entrevista con Efe.

Fernández Peñalver (Baza, Granada, 1966) ha abogado por “sumar esfuerzos” en un momento tan difícil por la pandemia de la covid, que ha provocado “más de 10.000 muertes y más de medio millón de afectados” en Andalucía, ha recordado.

“Hay mucho sufrimiento, muchas necesidades, yo no puedo venir a confrontar ni el Gobierno de España quiere confrontación con la principal institución de Andalucía, queremos colaboración y coordinación leal, sumar esfuerzos y que la política sirva para algo”, ha reflexionado.

En este sentido, ha señalado que “ya llegará el tiempo de las elecciones, el momento en el que los ciudadanos, en virtud de lo que observen, voten una cosa u otra, pero en este momento sería miserable que cualquier responsable político pensara en eso y no en salvar vidas o en mejorar la situación económica de tanta gente que lo está pasando mal”.

En este contexto, ha confesado que le sorprendieron algunas manifestaciones del consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, en su última comparecencia tras la reunión del Consejo de Gobierno.

“No me gustaron las palabras del señor Bendodo, no entiendo que haya que utilizar una institución como la Junta de Andalucía para arremeter permanentemente contra el Gobierno de España y, máxime, cuando no hay rigor en los datos”, ha lamentado.

Se refiere así a las críticas de Bendodo y del Gobierno andaluz por los criterios en el reparto de las vacunaciones y por el calendario de vacunación previsto por el Gobierno de Pedro Sánchez, entre otras cosas.

“Yo entiendo que en las instituciones hay que hablar con la verdad, con datos reales y objetivos. A partir de ahí, se puede ser reivindicativo y crítico, pero con una crítica sana y constructiva; no se puede salir directamente a lanzar cosas a diestra y siniestra que además son falsas”, ha lamentado.

No obstante, ha dicho que confía en poder mantener unas buenas relaciones institucionales con Bendodo como responsable de la consejería “más vinculada con la Delegación del Gobierno” y, “por supuesto”, con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el Ejecutivo andaluz en su conjunto.

Ha incidido, en este sentido, en que el debate político debe centrarse en el Parlamento, el lugar “de la confrontación de ideas”.

“Esa es la sede en la que quizá se puede hablar en otro tono, pero no desde el gobierno. Esa es mi visión de la política”, ha recalcado.

Sobre sus primeras impresiones al frente de la Delegación del Gobierno, ha indicado que se trata de un cargo “de gran responsabilidad” en la comunidad “más grande de toda España”.

“Siempre me he dedicado a la gestión (ha sido alcalde de Baza desde 2007 y vicepresidente primero de la Diputación de Granada) y tengo la satisfacción de que aquí se puede gestionar, prestar un servicio público”, ha resaltado, a la vez que ha señalado que él entiende la política como “una herramienta para resolver los problemas de los ciudadanos, mejorar su calidad de vida”.

En esta nueva etapa al frente de la Delegación del Gobierno, Fernández pretende “imprimir un ritmo importante” a la actividad para que los ciudadanos conozcan las políticas que el Ejecutivo de la nación está aplicando en el territorio.

“La gente tiene derecho a saber con absoluta objetividad y certeza, sin ningún tipo de interpretación torticera, en qué se gasta el dinero público y más en una situación de pandemia”, ha defendido.

Otro de sus objetivos es que todos los ministerios conozcan si las políticas y medidas que se aprueban en el Consejo de Ministros tienen “la efectividad y llegan como tienen que llegar al territorio y si hay que corregir el rumbo en alguna de ellas”.

Fernández, que sustituye en el cargo a la también granadina Sandra García, ha elogiado a su antecesora: “le tengo un respeto y un cariño especial porque somos compañeros y amigos. Ha hecho un magnífico trabajo”, ha asegurado.