Crisis sanitaria
Baja la incidencia de la covid en Andalucía pero sigue la sombra del «riesgo extremo»
La Junta critica el fin del estado de alarma y avisa de la «verticalidad» de la cuarta ola
La cuarta ola del coronavirus continúa comportándose de forma irregular, con subidas y bajadas en los distintos indicadores que no permiten dibujar escenarios a corto plazo. Un dato positivo es que la tasa de incidencia ha roto la subida encadenada de 13 días consecutivos, aunque Andalucía no se sacude todavía la sombra del «riesgo extremo». En concreto, se sitúa en 223 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, 2,3 puntos menos que el lunes. La línea que separa el «riesgo extremo» se sitúa en los 250 casos.
En cuanto a los contagios, la cifra es abultada, pero hay que tener en cuenta que corresponde al martes y al miércoles. Son 2.368 nuevos positivos. Sevilla es la provincia que suma más casos, 579, seguida de Granada con 479, Jaén con 342, Córdoba con 286, Cádiz con 200, Málaga con 196, Almería con 152 y Huelva con 134. De otro lado, se contabilizan 19 muertes, una cifra que contrasta con las tres del lunes.
Las hospitalizaciones por covid continúan en una escalada sostenida. Actualmente hay 1.486 ingresados, 13 más que el martes y 152 más que hace una semana. Por segundo día bajan los ingresados en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), situándose la cifra total en 290. Son siete menos que el martes y uno menos que hace una semana.
Los registros desde el inicio de la pandemia son los siguientes: 523.141 positivos, 42.309 hospitalizados y 433.197 curados.
Ante estos datos, el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, avisó de que «se puede complicar mucho más la situación» tras el 9 de mayo si decae el estado de alarma en vigor hasta esa fecha y señaló que «estamos empezando la verticalidad de la cuarta ola» del contagios. Bendodo recordó que desde el Gobierno andaluz ya dijeron «hace una semana», cuando el presidente del Gobierno anunció que decaería el estado de alarma un mes antes de que llegara la fecha de su fin, que «no fue una decisión acertada, porque un mes antes no sabemos cómo va a evolucionar el virus». Y es que «hay que ir haciendo un seguimiento al virus y tomando decisiones día a día», según subrayó, avisando de que «la previsión que tenemos ahora mismo no es buena», porque «estamos empezando la verticalidad de la cuarta ola y cuando llegue el 9 de mayo se puede complicar mucho más la situación».
Bendodo defendió que el estado de alarma es «una herramienta que utiliza el Estado que sirve a las comunidades autónomas para limitar la movilidad».
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