Política

Aumenta la presión electoral en Andalucía, descartando Semana Santa

Moreno, que se reunió con los agentes sociales y le pidieron que no judicialice los fondos UE, mantiene el objetivo de estirar la legislatura aunque mayo, junio e incluso antes del Domingo de Ramos son otras posibles fechas

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno durante la reunión que ha mantenido en San Telmo con el presidente de la CEA, Javier González de Lara y las secretarias generales de UGT-A y CCOO-A, Carmen Castilla y Nuria López.EFE/ Raúl Caro.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno durante la reunión que ha mantenido en San Telmo con el presidente de la CEA, Javier González de Lara y las secretarias generales de UGT-A y CCOO-A, Carmen Castilla y Nuria López.EFE/ Raúl Caro.Raúl CaroAgencia EFE

Todos los escenarios están abiertos en Andalucía para el adelanto electoral, a excepción del período que comprende la Semana Santa. La fecha depende de múltiples variantes pero el Gobierno andaluz tampoco quiere perder la iniciativa política, por más que haya marcado como principal causa de la disolución del Parlamento andaluz al bloqueo de la oposición, que ya quedó patente en parte con el Pleno extraordinario de sanidad. El resultado en Portugal –un país con el que por tamaño siempre se compara a Andalucía– y el que tenga lugar en Castilla y León marcarán la agenda. Juanma Moreno ya indicó en Salamanca, en un tono distendido, que había señalado a Fernández Mañueco «pasa tú primero» pendiente de cómo le pueda ir «en el examen». La fecha absolutamente descartada desde el Gobierno andaluz es el 10 de abril, Domingo de Ramos.

Mayo y junio son las siguientes opciones en el almanaque. Al PP nacional, en caso de resultado positivo en Castilla y León, le puede beneficiar, no obstante, que los comicios sean antes en la estrategia de ir logrando éxitos electorales en las regiones que apuntalen el asalto a La Moncloa. Todo apunta a que el 13F marcará en buena medida la fecha de las andaluzas, al margen que desde el Ejecutivo andaluz se defienda que las andaluzas son independientes. El «encapsulamiento» –la expresión acuñada para definir el pacto de PP y Cs en la comunidad– se halla ahora con la presión del tiempo. La Ley Electoral de Andalucía de 2 de enero de 1986 estipula que la votación «no podrá estar comprendida entre los días 1 de julio a 31 de agosto», por lo que la convocatoria en junio supondría tener que disolver el Parlamento en abril. Si la Cámara se disuelve al inicio de febrero, da tiempo incluso a que los comicios se celebren antes de Semana Santa. El objetivo, en cualquier caso, es alcanzar mayo o junio, con el fin de que la sexta ola no sea una amenaza y la mejora de la economía que ya se vislumbra se afiance. La última EPA situaba a Andalucía en buena posición, con un descenso del paro que no se registraba desde 2005 y como región que más empleo creo el pasado año.

La sanidad es uno de los factores clave. El descontento generalizado con la atención primaria se espera paliar con el nuevo plan de refuerzo que se aprueba mañana en Consejo de Gobierno y con la moderación de la curva de la sexta ola. Los sindicatos CC OO y UGT anunciaron diferentes movilizaciones por la sanidad y justo hoy Moreno, con agenda hasta mayo, se reunió con sus líderes y con la patronal. Moreno recalcó la importancia de seguir con el diálogo. «La estabilidad favorece la recuperación económica», dijo. Los agentes sociales pidieron que no se judicialicen los fondos UE. La Junta acordó constituir una mesa técnica para la gestión de la llegada de los fondos europeos.

Los sondeos le han llegado a dar a Juanma Moreno 50 escaños, a cinco de la mayoría absoluta. El descalabro de Cs ha llevado a tratar de ganar tiempo para su recuperación, un escenario que ni los más optimistas plantean ya. El vicepresidente andaluz y líder de Cs en la comunidad, Juan Marín, apelando a los sondeos, recordó que los andaluces quieren agotar la legislatura. Moreno aspira a gobernar en solitario, con un resultado que, como poco, obligue a Vox a apoyar la investidura y, como en esta legislatura, gobernar con acuerdos puntuales con los grupos. A día de hoy, pactar con Vox para formar gobierno ha pasado a ser una línea roja estratégica. Incluso en Castilla y León, Fernández Mañueco ha aludido a la repetición electoral antes que gobernar con el partido de Abascal.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, preside la reunión con los agentes sociales en el Palacio del San Telmo. Joaquín Corchero / Europa Press
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, preside la reunión con los agentes sociales en el Palacio del San Telmo. Joaquín Corchero / Europa PressJoaquin CorcheroEuropa Press

Está por ver, en función también del resultado en Castilla y León, la presencia del PP nacional en las andaluzas. En la última campaña, Casado participó con caravana propia. En el Congreso regional del PP en Granada, se redujo la visibilidad de la marca PP supeditándola a la de Juanma Moreno y los colores verde y blanco de Andalucía.

En Castilla y León, además del comportamiento de Vox, se podrá apreciar la influencia de los nuevos partidos de la España vacía, aunque la comunidad andaluza sufre en menor medida este desgaste demográfico dada su población y su estructura territorial. Lo que tampoco es previsible que haga Moreno es convocar sin un argumento comprensible y evidente para la ciudadanía, en contraposición a los dos últimos adelantos forzados por Susana Díaz y que fueron erosionando su credibilidad. El portavoz andaluz, Elías Bendodo, insistió en la voluntad de agotar la legislatura: «No depende de nosotros, sino de la oposición». Al tiempo, el líder del PSOE-A Juan Espadas criticó «las cábalas» con las urnas.