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El sector agrario alerta a los candidatos andaluces de la falta de relevo generacional

Los agricultores no se ven reflejados en el debate electoral y se quejan de la instrumentalización por parte de los partidos

Vista de un olivar en la provincia de Córdoba. EFE/Salas
Vista de un olivar en la provincia de Córdoba. EFE/SalasSalasAgencia EFE

Con los girasoles comenzando a despuntar en los campos de Cádiz -cultivo en el que muchos agricultores y cooperativas han depositado en esta campaña parte de sus esperanzas debido al alza de precios por la invasión de Ucrania-, los precios del gasoil, plásticos, fitosanitarios, entre otros, en máximos históricos y con balances de explotación que no llegan a cubrir gastos, los agricultores asisten con mucha incertidumbre y pocas esperanzas al proceso electoral de un territorio que se juega gran parte de su futuro en el sector primario. Aplicar políticas con sensatez y consenso, abaratar los desmedidos costes de producción y vislumbrar un futuro que permita a los jóvenes tomar el relevo de sus mayores son algunas de las urgencias que demandan los agricultores a quienes en estos días debaten y, dentro de muy poco, llevarán las riendas de Andalucía.

«El otro día estuvo aquí el señor Juan Espadas y le di un repaso. Le recordé el tema de los módulos para que se lo transmitiera al ministro Planas, ya que aquí, en el campo, aunque a veces parezca olvidarse, seguimos soportando subidas de abonos, plásticos y demás multiplicadas por tres». «Menos mal», apunta el presidente de la Cooperativa Las Virtudes de Cádiz, Bartolomé Ramírez, «que el tomate está resucitando este año y está aguantado los precios, ya que de lo contrario nos iríamos al garete».

«La realidad de estos días es que, como suele ocurrir en tiempos electorales, por aquí desfilan todos y vienen a pasar revista y a prometer muchísimo. Luego, como casi siempre, se olvidan y ni siquiera ponen interés en contestar cuando se les pregunta, tal y como ha sucedido en estos tres últimos años», añade. Así, «en un contexto que nos ahoga día a día», el presidente de la Cooperativa Las Virtudes -una de las más importantes de la provincia de Cádiz, con medio millar de socios-, demanda a los partidos y a sus representantes que «tengan sensatez y miramiento. Que pongan los pies en el suelo y vean la realidad del campo». «No se trata de que nos solucionen una cosa, han de realizar un esfuerzo y ver todo el contexto para que, sobre todo, no se aburran los jóvenes», explica.

En la misma línea, José Manuel Sánchez, máximo representante de la Cooperativa Virgen de Palomares -sociedad agrícola fundada en 1957 y con unos 580 socios activos, principalmente pequeños viticultores del municipio de Trebujena-, señala que, «cuanto menos, en estos días, todos los partidos se toman la molestia de mandarnos una invitación y tener una reunión; que nos tomen en serio ya se verá luego».

Un «luego» del que a José Manuel Sánchez le preocupa mucho el relevo generacional en el campo. «En estos momentos nos movemos en un escenario de precariedad, con muchos hijos de agricultores que, a la vista de la realidad, buscan salidas profesionales lejos de la agricultura, que les garanticen ese equilibrio que no vislumbran en el campo», dice.

«¿Y qué conlleva esto?», pregunta. «Pues lo que ya está ocurriendo en el sector de la fresa, en Huelva, o del tabaco, en Extremadura, que no hay mano de obra suficiente, algo que va a pasar aquí más pronto que tarde». «Y ante eso», apunta, «solo hay dos soluciones, pagar mejores jornales, algo que en el actual contexto es complicado (hay que tener en cuenta la competencia de otros países) o incorporar mano de obra extranjera, facilitándole las cosas a esas personas».

La agricultura como arma arrojadiza

Lo que el campo no va a tolerar en estos días de búsqueda del voto es que «los partidos se tomen la agricultura como un arma arrojadiza contra el adversario. Como se suele decir, pedimos que tengan ‘sentido de Estado’ y que entiendan que tenemos un problema que es de todos. Que piensen en común, todos, y que vean que tenemos problemas tan graves, que van mucho más de las ayudas, como el relevo generacional». «La verdad es que, a día de hoy, no conocemos propuesta concreta a nivel del girasol y los cereales, que es lo que manejamos nosotros. Ni tampoco del control de la escala de precios de los insumos», señala.

«Lamentablemente», apunta Miguel Ángel Sánchez, administrador de la Cooperativa Agrícola Arcense, «no hay ningún planteamiento que englobe la realidad del campo; ni de los gobernantes ni de los aspirantes a gobernar. Nada concreto para afrontar los altos costes que soportamos, algo que, obviamente, cuesta entender», dice. «Mientras nosotros cumplimos con la premisa de producir», destaca, «no tenemos ni propuestas ni respuestas». Frente a ello, «si hay propuestas y debates en torno a la industrialización y el cambio de modelo productivo, pero se olvidan por completo del tema del campo, pese a que es básico para la alimentación».

Entre las grandes preocupaciones y demandas, destaca «la necesidad de abordar los altos costes de los insumos» y «contar con propuestas atractivas que animen a los jóvenes a apostar de una forma decidida y continuada por el campo».