Medio Ambiente
«Decepción» ante una mesa de la sequía sin medidas “contundentes”
La Junta de Andalucía insiste con un encuentro «al más alto nivel político» para impulsar acciones contra el déficit hídrico y la puesta en marcha de obras hidráulicas
Las cabañuelas, ese conocimiento ancestral para «leer» el cielo, pronostican lluvias para 2023 y, comparativamente, van más allá de lo abordado en la Mesa de la Sequía del Gobierno, que se quedó en un mero análisis de la situación. La Junta reclama «compromiso» al Estado y urge a tomar «medidas contundentes».
El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, consideró «frustrante» que el Gobierno convoque una «mera comisión técnica» de la sequía, sin proyectos ni presupuesto. La consejera Carmen Crespo salió «defraudada» del cónclave y reclamó una Mesa Nacional de la Sequía «al más alto nivel» para impulsar actuaciones que aporten soluciones. La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural reclamó «compromiso» al Estado ante la escasez de recursos hídricos que afecta a España y apuntó que, con una media de agua embalsada del 26%, Andalucía se encuentra en «una pertinaz sequía que requiere medidas más ágiles y contundentes». Entre las reclamaciones de Andalucía, Crespo destacó la doble tarifa eléctrica para los regantes, «que le permitiría reducir su factura»; la bajada del IVA de los insumos que afectan a la actividad agraria; la bonificación del agua desalada a 0,30 euros; y la utilización y reprogramación de los Next Generation.
Sobre los recursos económicos europeos, la consejera solicitó que se aumente la dotación destinada tanto a modernización del regadío como a obras hidráulicas para evitar que «territorios de España como Andalucía estén en desventaja». «No vamos a tener un momento igual en el país», subrayó Carmen Crespo en relación a la disposición de los Next Generation, que entiende que deban utilizarse en el ámbito de la energía pero sin dejar de lado las políticas hídricas.
La responsable andaluza de Agricultura y Agua se mostró «defraudada» por la reunión organizada por el Gobierno central, que se correspondía únicamente con un «seguimiento de las medidas adaptadas en marzo». Por esta razón, Crespo insistió en la convocatoria de la Mesa Nacional de Sequía «al más alto nivel político» para impulsar nuevas medidas adicionales.
La Junta subrayó la necesidad de poner en marcha las obras hidráulicas declaradas de interés general del Estado que aún están pendientes en Andalucía como, por ejemplo, las conducciones de Rules. Al respecto, la consejera solicitó «rapidez» en la ejecución de unas actuaciones de gran importancia para Andalucía, donde el sector agrario está sufriendo el impacto negativo de la sequía y de los altos costes de producción, «una situación que lastra la economía del mundo rural». Crespo recalcó que «la Junta ha sido previsora y ha aprobado dos decretos de sequía que reúnen medidas por valor de 141 millones para el 33% del territorio andaluz», ya que estas planificaciones hacen referencia a las demarcaciones hidrográficas intracomunitarias (Cuencas Mediterráneas Andaluzas, Guadalete-Barbate y Tinto-Odiel-Piedras) cuya gestión le corresponde al Ejecutivo regional.
«La situación de sequía no espera más y en Andalucía vamos a seguir tomando medidas», apuntó la consejera, que adelantó que próximamente se activará una línea de ayudas para respaldar la construcción de abrevaderos para el ganado y se resolverá la última convocatoria de subvenciones relativa a la conexión de las instalaciones de regadío con las depuradoras de las que es posible obtener aguas regeneradas. A esta última iniciativa se destinan 25 millones. «Pero necesitamos que el Gobierno de España ponga en marcha medidas complementarias para la zona de su competencia, que supone el 67% de la comunidad», subrayó Crespo recordando que el Estado ha aprobado únicamente un decreto de sequía para la cuenca del Guadalquivir con actuaciones valoradas en 9,6 millones de euros.
En Doñana hay que «actuar en superficie»
El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, señaló que «si el acuífero subterráneo (de Doñana) está sobreexplotado, es necesario actuar en superficie», para «garantizar que el agua en superficie llegue a aquellas poblaciones o aquellos núcleos que actualmente utilizan el acuífero». Fernández-Pacheco respondió ante la situación del Parque Natural de Doñana, donde su laguna permanente más grande, la de Santa Olalla, ha terminado por secarse debido a un periodo de sequía intenso y la sobreexplotación del acuífero por el complejo turístico onubense de Matalascañas.
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