Sequía

Plantean adosar fotovoltaicas y desaladoras para ahorrar energía

Los agricultores almerienses exigen que se mantenga la bonificación al agua desalada en 2023, la conclusión de obras hídricas y nuevos trasvases del Negratín

La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, en una visita a las obras de mejora y consolidación de los regadíos de la Comunidad de Regantes de Cuevas de Almanzora
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, en una visita a las obras de mejora y consolidación de los regadíos de la Comunidad de Regantes de Cuevas de AlmanzoraJUNTA DE ANDALUCÍAJUNTA DE ANDALUCÍA

Las desaladoras y estaciones depuradoras de Almería funcionan a pleno rendimiento y de ellas depende la nueva campaña agrícola, ante una sequía que en esta tierra tiene carácter estructural. Con más de treinta mil hectáreas de invernadero, casi la mitad de la superficie nacional, la fabricación de agua asegura la viabilidad de las cosechas, pero no evita una situación de estrés hídrico que en cultivo exterior ya ha costado la reducción del 30 por ciento de las plantaciones de lechuga en la comarca del Almanzora. Con 50 hectómetros cúbicos menos en transferencias del embalse del Negratín para este año hidrológico, las mayores necesidades hídricas almerienses permanecen en la parte norte de la provincia. Siempre, eso sí, que se mantenga la bonificación del Gobierno para el precio del agua desalada en los actuales 30 céntimos por metro cúbico. «Es muy importante, debido a los precios que está alcanzando la electricidad, que para el próximo año se asegure la continuidad de esa subvención por parte del Ejecutivo central», dice José Antonio Fernández, presidente de la Federación de Regantes de Almería.

Los agricultores, acostumbrados a aprovechar al máximo los recursos de los que disponen, también analizan nuevas posibilidades para ahorrar costes. «Estamos planteando que se adosen plantas fotovoltaicas en cada desaladora para poder establecer un coste más bajo de la energía, que el agua que fabricamos sea más asumible. Ya pagamos el agua más cara de España, pero si perdemos la medida de los 30 céntimos la situación podría ser muy preocupante».

Los regantes almerienses ponen ante la Mesa Nacional de Sequía la necesidad de renovar ese acuerdo de bonificación con el Estado. También las obras hídricas pendientes desde hace décadas: «En 2012 se inutilizó la desaladora de Villaricos y aún no se ha puesto en marcha. Hay que acelerar esos pasos, ampliar la desaladora del Poniente y desarrollar mucho más sus conducciones, porque aún no llegan ni al 50 por ciento del regadío en la comarca». Aunque Fernández reconoce avances en algunos proyectos estatales como la desalobradora para la Balsa del Sapo, la creación de otra balsa de un hectómetro en Níjar y «cinco o seis inversiones en el Almanzora, además de las obras que está acometiendo la Junta de Andalucía en materia de depuración».

En cualquier caso, recuerda que «siguen faltando las canalizaciones para subir el agua a las fincas. Es verdad que los invernaderos se van a regar, pero hay que saber que es agua disponible sobre un déficit hídrico. Si queremos recuperar los acuíferos hay que incrementar los caudales adicionales», expone.

Precisamente la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, ha asegurado que el Gobierno andaluz va a generar 73 nuevos hectómetros de agua a través de las obras de los Decretos de Sequía y las aguas regeneradas para la comunidad: «Reúnen proyectos por 141 millones de euros y se encuentran ya casi al 50% de ejecución», ha explicado.

En el caso de la provincia almeriense, se generarán 12 hm³ de aguas regeneradas para el Levante almeriense y se invertirán 6,8 millones de euros en mejorar el abastecimiento de 27 municipios, con actuaciones en los bombeos y conducciones existentes en El Saltador-Embalse de Cuevas y su conexión con la conducción del Negratín. La planificación regional recoge, también, actuaciones relativas a los tratamientos terciarios de las EDAR de El Ejido, Adra y Roquetas de Mar; así como la adecuación de la desaladora de Almería para abastecer la capital y el Bajo Andarax.

Desde el municipio de Cuevas de Almanzora la consejería de Agricultura informaba, además, del abono de hasta 100 millones de euros en ayudas para la modernización y eficiencia de regadíos en Andalucía. De ellos, 11,5 millones han correspondido a la provincia de Almería, con un ahorro de 1,4 hm3 de agua al año. «La colaboración público-privada es fundamental en el objetivo de paliar la sequía. Supone modernizar, mejorar la eficiencia energética y alcanzar ahorro, económico y de consumo de agua», señalaba Crespo, tras anunciar otra nueva línea de subvenciones dotada con 25 millones de euros más. «Vamos a demandar en la Mesa Nacional de la Sequía que se utilicen más fondos Next Generation para el regadío», ha adelantado Crespo, con la intención de «avanzar en el desarrollo de las obras hidráulicas declaradas de Interés General del Estado que aún están pendientes en Andalucía». Remarcaba, además, la «necesidad de ahondar en las posibilidades de bonificación de las aguas desaladas», una cuestión que piden hacer extensible, en similares condiciones, para el abastecimiento de municipios. Entre las peticiones del gobierno andaluz, Crespo incidía en la necesidad «de implantar la doble tarifa eléctrica para los regantes con el objetivo de reducir el coste de energético».