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Economía

La comunidad con más vacantes de empleo sin cubrir tras Madrid y Cataluña

«Hay una gran parte de la población en edad de trabajar que quiere hacerlo y otra que, por diferentes causas, no está demandando empleo», señala el Ministerio

Dos albañiles trabajan en la restauración de la fachada. EFE/Ana Escobar Ana EscobarEFE

La paradoja laboral andaluza. Con una de las tasas de empleo más altas de Europa no se encuentran trabajadores para determinados oficios. Un ejemplo de ello, con la llegada de la temporada alta, es la falta de trabajadores en el sector servicios. Según el informe «El ajuste de la oferta la demanda de empleo» publicado por el Observatorio de las Ocupaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, «a nivel geográfico, las comunidades que presentaron un mayor número de vacantes durante el primer trimestre de 2024 fueron Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía (también incluye las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla) y Comunitat Valenciana». En conjunto, «estas cuatro comunidades autónomas representaron el 64,51% del total de vacantes a nivel nacional». Los datos del pasado mes de abril señalan que el desempleo bajó en Andalucía en 24.119 personas, situándose en 619.103 inscritos, la cantidad más baja desde agosto de 2008. En mayo, se bajó de los 600.000 parados. Con esas cifras, la comunidad consiguió liderar el descenso del desempleo en términos absolutos en España, aportando más de uno de cada tres parados menos del país (35%). El paro se ha reducido en Andalucía en 59.476 personas en los últimos doce meses, encadenando descensos interanuales durante 48 meses consecutivos, desde mayo de 2021. Respecto a los datos de afiliados a la Seguridad Social, Andalucía cerró abril con una cifra récord de 3.521.802 cotizantes, la más alta de la serie histórica. En mayo, se ganaron 21.586 afiliados, cerrando el mes con 3.543.388 cotizantes. Con todo, hay empleos que la demanda no cubre. Andalucía presentaba 20.234 vacantes, el 13,49% del total nacional. A finales del año pasado, la consejera de Empleo, Rocío Blanco, apuntaba a un desfase de hasta el 21% entre lo que ofrece el mercado laboral y lo que demandan las empresas. El Ministerio apunta que «hay una gran parte de la población en edad de trabajar que quiere hacerlo y otra que, por diferentes causas, no está demandando empleo». Diversas patronales se vienen quejando de la falta de mano de obra, caso, por ejemplo, en la hostelería. Andalucía es también la tercera comunidad tras Madrid y Cataluña con más vacantes de difícil cobertura, señala el informe. Se da la circunstancia de que el paro en las primeras es del 9% y en Andalucía de casi el 18%, prácticamente el doble.

Según el informe, las profesiones con más escasez de trabajadores son peones agropecuarios; otro personal de limpieza; mozos de equipaje y afines; trabajadores cualificados en actividades cinegéticas; técnicos en control de procesos de producción de metales; y vendedores callejeros.

Por el contrario, las profesiones para las que hay más demandantes son cuidadores de niños en domicilios; operadores de máquinas de coser y bordar; técnicos en galerías de arte, museos y bibliotecas; técnicos superiores en dietética; directores de sucursales de bancos, de servicios financieros y de seguros; y profesionales de apoyo e intermediarios de cambio, bolsa y finanzas. Según el informe, «el desajuste laboral se produce cuando las empresas no encuentran trabajadores con las competencias necesarias para cubrir las vacantes. Este fenómeno puede deberse a la rapidez con la que cambian las exigencias del mercado laboral, impulsadas por la tecnología y la digitalización, junto con la transición ecológica». Señala también que «las empresas, en muchas ocasiones, rebajan los requisitos de los puestos o recurren a formación interna, lo cual resulta ineficiente y supone un coste adicional».

El desajuste entre la oferta y la demanda de empleo puede tener varias causas, según el Ministerio. «En algunos casos, se trata de un desajuste de competencias, donde la oferta de trabajo disponible (los demandantes de empleo) no posee las cualificaciones adecuadas para cubrir los puestos solicitados». Además, «los cambios tecnológicos acelerados hacen que muchas competencias se vuelvan obsoletas o insuficientes para los empleadores actuales». Otra causa relevante es «la falta de incentivos: los demandantes de empleo pueden rechazar ciertos puestos debido a las condiciones laborales, salariales o a la escasa flexibilidad que ofrecen. Por otro lado, la formación inadecuada es otro factor clave en este desajuste. Muchas empresas recurren a candidatos con formación generalista y ofrecen formación adicional para adaptarlos a las necesidades específicas del puesto, lo cual genera un coste adicional». El envejecimiento de la población, la falta de movilidad geográfica, y una educación no alineada con las demandas del mercado también son factores que agravan este desajuste. «Las limitaciones en la información disponible sobre el mercado de trabajo dificultan que tanto empresas como trabajadores tomen decisiones informadas para reducir el desajuste entre oferta y demanda», señala.

Puestos como enfermeros, médicos de familia y fisioterapeutas también son difíciles de cubrir. Oficios técnicos como albañiles, electricistas, fontaneros, soldadores, mecánicos y otros profesionales técnicos también se encuentran en alta demanda, al igual que en hostelería y restauración ocurre con camareros y cocineros.