
Espeleología
La cueva en la que se enterró al primer agricultor del sur de la Península hace 7.000 años está en Córdoba
En las salas más profundas aún habitan diversas clases de murciélagos que dieron nombre a esta formación kárstica

Andalucía puede considerarse como un territorio privilegiado en cuanto a la abundancia y variedad de formaciones kársticas, tanto superficiales como subterráneas, que han sido originadas por la disolución de la roca por efecto del agua. En esta sección os introduciremos concretamente en el atractivo de las cuevas andaluzas para ofrecer diferentes actividades a sus visitantes.
Las cavidades son una parte muy importante de la valiosa geodiversidad andaluza. Al adentrarnos en las profundidades del subsuelo es cuando se empieza a vislumbrar la enorme belleza escondida bajo este curioso paisaje. Aparecen ante nuestros ojos intrincadas galerías, espeleotemas (estalactitas y estalagmitas, entre otros) que han sido testigos del paso de nuestros antepasados por esas cuevas y que dejaron su huella en forma de pinturas y grabados rupestres; en definitiva un patrimonio que sólo se puede admirar en este mundo subterráneo.
Para el gran público, son numerosas las cuevas andaluzas que pueden ser visitadas y en las que disfrutar de la contemplación de multitud de formas de gran belleza y singularidad. Algunas sobradamente conocidas como la Gruta de las Maravillas en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, las Cuevas de Sorbas en el Paraje Natural Karst en Yesos de Sorbas o la Cueva de Nerja en el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Pero no son las únicas.
Situada en pleno Geoparque de las Sierras Subbéticas, dentro del término municipal de Zuheros, a 4 km de su núcleo urbano. La Cueva de los Murciélagos se encuentra a 976 m sobre el nivel del mar, con un recorrido turístico de 415m, 700 escalones y en su visita turística se realiza un descenso de hasta 65 m de profundidad. Contando con una profundidad máxima descubierta, hasta el momento, de 75,5 m.
Hasta el momento es la cueva más grande de la provincia de Córdoba con más de 3.300 m topografiados.
Es el agua quien durante miles de años se ha encargado de crear esta cavidad. Destacar las diferentes salas de la cueva con formaciones calcáreas. La formación más famosa de la Cueva de los Murciélagos es sin duda, la conocida como “El Espárrago”, una estalagmita con una altura de 4 metros y sin embargo la estalactita de la cual depende su crecimiento mide solo 10 centímetros.
En la primavera de 1938 un grupo de oficiales del ejército se adentran en la primera exploración oficial a la cavidad, donde descubren en una de sus partes más profundas un esqueleto humano.
A mediados de la década de los años 40 (del siglo XX) se encuentran en la cavidad pinturas rupestres neolíticas y calcolíticas, únicas en el mundo.
Es en 1962 y 1969 cuando se realizan los primeros trabajos arqueológicos, dando como resultado más notorio, que el neolítico andaluz se iniciaba con un milenio de antelación de lo que hasta ese momento se creía.
Desde 1990 al 1993 y en el año 2002 se llevan a cabo las últimas excavaciones con el objetivo de seguir avanzando en la historia que esconde la cueva y crear un pequeño recorrido para las personas que tuvieran dificultad para afrontar el itinerario oficial, suprimiendo así las salas más profundas de la cavidad.
En 2018 se obtienen los resultados de ADN realizados sobre el esqueleto, evidenciando que nos encontramos ante otro descubrimiento importante de la cueva, y es que el esqueleto humano enterrado en la parte más profunda de la cueva se trata del primer agricultor del sur de la península Ibérica, que vivió hace 7.245 años.
La génesis de la cueva se asocia a una gran fisura y desplome de bloques de roca. Aquí el agua al discurrir por materiales calizos origina pequeños lagos y espectaculares formaciones kársticas, destacando la Sala de las Formaciones, con una gran estalactita denominada espárrago, y la Sala del Órgano, con una pared repleta de bellas y complicadas figuras rocosas. En las salas más profundas aún habitan diversas clases de murciélagos que dieron nombre a esta cueva.
Esta cueva constituye en Andalucía un yacimiento Neolítico importantísimo y el primero con arte del Paleolítico Superior, lo que ha propiciado su declaración como Bien de Interés Cultural. La visita, que recorre parcialmente la cueva, discurre por varias salas y corredores con pinturas representativas de caballos, osos y ciervas del Paleolítico hasta hombres y cabras esquemáticas del Neolítico. En esta cueva también se encontraron otros vestigios como útiles, huesos y cerámica de almagra, denominada así por la pigmentación roja del almagro.
La visita a este monumento natural puede completarse con un recorrido por la localidad de Zuheros. Desde sus miradores se contempla esta villa situada al pie del Castillo roquero, de supuesto origen árabe A sus pies discurre el torrente del río Bailón, escoltado por enormes farallones calizos de la Sierra de Zuheros. La visita se completa con el Museo Arqueológico y como recuerdo se puede llevar queso de cabra, típico de la zona. Además, en el Parque Natural Sierras Subbéticas, donde nos encontramos, se pueden realizar actividades como senderismo o escalada deportiva.
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