Universidad de Córdoba

El consentimiento, en duda entre los jóvenes

Un estudio revela que para el 80% de los universitarios "cuando la mujer dice no, en el fondo quiere decir sí"

Rectorado de la Universidad de Córdoba. EUROPA PRESS
Rectorado de la Universidad de CórdobaEUROPA PRESSEUROPA PRESS

El pensamiento actual de los jóvenes puede explicar prácticas delictivas o comportamientos que consideramos destarrados hace tiempo. Un estudio de la Universidad de Córdoba sobre la percepción del alumnado universitario en relación a las agresiones sexuales en un contexto de ocio revela que el 80% de los participantes en el mismo consideran que «cuando la mujer dice no, en el fondo quiere decir sí».

La encuesta se ha realizado a más de mil estudiantes de todas las titulaciones de la Universidad de Córdoba y ha sido dirigido por las investigadoras Mercedes Osuna y María Isabel Amor, según los datos presentados ayer.

Para Osuna, que el 80% de los encuestados considere que «cuando la mujer dice no, en el fondo quiere decir sí» supone que esta frase que creía totalmente desterrada en el siglo XXI la alarme «porque va directamente en contra de lo que es el consentimiento». «Si no entendemos lo que es el consentimiento en su estado más simple, qué podemos pensar de lo demás» e incidió en que hay un alto porcentaje de «personas universitarias, la ciudadanía futura, que sigue pensando que, si las mujeres se drogan y beben, son responsables de lo que les pueda pasar. Es un factor muy preocupante que hay que corregir», remarcó la investigadora.

El cuestionario parte de una revisión de la literatura y de investigaciones anteriores de autores especialistas en esta materia y aborda una serie de dimensiones a través de 64 ítems, todos relacionados con la percepción del alumnado, la opinión y las conductas concernientes a la agresión sexual en espacios de ocio.

El objetivo de esta jornada de divulgación fue compartir estos resultados con agentes e instituciones que luchan contra la violencia de género, como Policía Local y Nacional o el Instituto Andaluz de la Mujer, entre otros, para pensar de forma conjunta diversas pautas para intentar paliar este problema.

«Hay un mensaje que está calando mucho en la sociedad, que a mí me preocupa, y es que las mujeres nos hemos empoderado y les podemos dar muchos problemas a los hombres, de tal manera que hay padres que les dicen a sus hijos que tengan mucho cuidado, ya que por cualquier cosa te pueden denunciar», explicó Osuna, «y ese mensaje es incorrecto. El mensaje correcto es que una persona bebida o drogada no está en pleno uso de sus facultades y, por lo tanto, no tiene capacidad de consentir».

Las investigadoras, en este contexto, han hecho un llamamiento a arbitrar fórmulas para impedir el retroceso en los derechos de las mujeres, como por ejemplo crear redes de acompañamiento o incluso implantar soluciones como la pulsera centinela, que detecta sustancias en las bebidas para prevenir la práctica de la sumisión química.