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Astronomía

Un estudio afina cuál es el misterio por el que se produce la aparición de estrellas

El aumento de la formación estelar se debe, principalmente, a la interacción entre las galaxias vecinas

Visión de la vía Láctea captada con el telescopio responsable del hallazgo Dr Natasha Hurley-Walker (ICRAR/Curtin) and the GLEAM TeamDr Natasha Hurley-Walker (ICRAR/Curtin) and the GLEAM Team

Las galaxias aisladas forman menos estrellas que aquellas de masa similar localizadas en entornos más densos, según ha demostrado un equipo científico de la Universidad de Granada.

El estudio identifica la relación lineal entre la masa estelar de una galaxia y el ritmo con el que forma estrellas, que aumenta al añadir una o dos galaxias vecinas, informa la institución académica.

La investigación relaciona propiedades como la masa estelar, la tasa de formación estelar (ritmo con el que nacen nuevas estrellas por año) y la metalicidad del gas presente en la galaxia (cantidad de metales en el gas ionizado por la actividad de formación estelar).

Estas características son sistemáticamente diferentes para galaxias que viven aisladas, respecto a aquellas que tienen a otras vecinas, con las que están físicamente ligadas por la acción gravitatoria de ambas galaxias.

Según la investigadora Carmen Argudo, el aumento de la formación estelar se debe, principalmente, a la interacción entre las galaxias vecinas.

"Además, en un estudio anterior hemos comprobado que en los tripletes estas interacciones producen una reactivación de los sistemas, entendiendo este proceso como el aumento de la formación estelar en galaxias donde la actividad se estaba apagando", explica.

Implicaciones en la Vía Láctea

La galaxia en la que se ubica la Tierra, la Vía Láctea, no está aislada, sino que se encuentra en un grupo conformado por tres galaxias masivas físicamente ligadas, junto con la de Andrómeda y la del Triángulo, más un centenar de galaxias satélites de menor masa, como las Nubes de Magallanes.

"Nuestra galaxia sería comparable a los tripletes de galaxias estudiados, solo que algunos de nuestros tripletes se encuentran en interacción, como es el caso del SIT-45", detalla la investigadora.

Por el contrario, según el estudio, las galaxias aisladas no tienen ninguna galaxia masiva con la que hayan tenido una interacción, al menos en los últimos cinco mil millones de años, como es el caso de la SIG-423.

"De momento, la Vía Láctea no presenta una actividad de formación estelar muy activa, pero cuando eventualmente comience la interacción con Andrómeda, lo que ocurrirá en unos cinco o seis mil millones de años, nuestra galaxia y la de Andrómeda se reactivarán, produciéndose un aumento del ritmo de nacimiento de nuevas estrellas en la Vía Láctea".