Cultura
El museo más desconocido de Andalucía que todo amante de la historia debería visitar
Tan solo por el edificio en el que se ubica merece la pena visitarlo
Este templo de la cultura se erige en un edificio que es, en sí mismo, una joya arquitectónica: la imponente Casa de la Tercia. Construida entre 1792 y 1795, nació con un propósito muy distinto al actual: ser almacén de grano, semillas y bodega de aceite, un lugar donde la Corona recaudaba su parte de los diezmos eclesiásticos.
Tras la Desamortización de Mendizábal en 1841, este lugar vio desaparecer su uso inicial y abrazó nuevos destinos; de posada a comienzos del siglo XX, a cárcel durante la Guerra Civil entre 1936 y 1939. Posteriormente, en 1960 fue usado como sede del ayuntamiento hasta 1984 cuando fue incorporado al patrimonio de la localidad.
Nos referimos al Museo Histórico de Baena, inaugurado en 1999, adentrarse en él es emprender un viaje fascinante a través del tiempo. Su discurso expositivo, organizado cronológicamente desde la Prehistoria hasta la época contemporánea, nos lleva de la mano por doce salas repletas de tesoros.
Entre sus fondos, destacan colecciones arqueológicas procedentes, en su mayoría, de las excavaciones del Parque Arqueológico de Torreparedones. Se recomienda prestar atención al conjunto votivo del santuario y a las imponentes esculturas romanas del foro.
Pero hay tres colecciones que brillan con luz propia, auténticos imanes para los amantes de la historia. La primera, el conjunto votivo ibero-romano del santuario meridional de Torreparedones, con sus numerosos exvotos de piedra que representan figuras antropomorfas y anatómicas. La segunda, la exquisita colección de numismática ibero-romana, con monedas de un sinfín de cecas, familias republicanas y emperadores, desde Julio César hasta Teodosio. Y, por último, la majestuosa colección de estatuaria romana de gran formato, con togados de Iponoba y Torreparedones, y esas monumentales esculturas sedentes de Augusto, Calígula/Claudio y Livia que nos trasladan directamente al esplendor del Imperio.
La sala IV nos sumerge en la vida cotidiana y funeraria romana, con piezas cerámicas y metálicas de cocina, vidrio, plomo y pequeños objetos de bronce, entre los que se atreven a mostrarse amuletos fálicos y apliques de sítulas. Del mundo funerario, copias de las urnas del "Mausoleo de los Pompeyos" de Torreparedones y lápidas nos invitan a reflexionar sobre la existencia. Y del mundo visigodo, dos piezas con inscripciones y motivos cristianos, un anillo de oro y un cazo de bronce con el crismón y los nombres de Sabina y Nico, evidencian el arraigo de la religión en la zona.
Para cerrar este recorrido, en la sala XII nos aguarda un facsímil del Cancionero de Baena, cuyo original reside en la Biblioteca Nacional de París. Un detalle que enlaza la historia local con el legado universal.
La Casa de la Tercia es mucho más que el continente del museo. Es uno de los edificios civiles más relevantes de Baena, un emblema arquitectónico de la provincia. Su fachada principal, con sus simétricos vanos protegidos por rejas, se alza sobre un zócalo de piedra y nos engaña con un trampantojo que imita sillares almohadillados. En el centro, una portada barroca con frontón partido nos invita a entrar.
El horario de visitas es de 10:00 a 14:00 de martes a domingo y festivos, y de 17:00 a 19:00 los jueves, viernes y sábados.