
La estrategia
María Jesús Montero, a «coser» el PSOE andaluz desde Madrid
La ministra obtiene el respaldo interno pero debe conseguir el apoyo de los votantes defendiendo las políticas de Pedro Sánchez

«Coser» el PSOE. La frase la repetía Susana Díaz en su intento de asaltar el PSOE Federal cuando competía con Pedro Sánchez y los socialistas, allá por 2016, se enfrentaban a una división interna que, mínimamente, aún perdura. Fueron los meses en los que se expulsó a Sánchez y se permitió la investidura de Mariano Rajoy, creando un cisma interno que acabó con el regreso del actual presidente del Gobierno tras su victoria en las primarias.
Algo similar ocurre actualmente en el PSOE andaluz, donde más allá de los pobres resultados de Juan Espadas, el principal reproche que le hacían al ex alcalde de Sevilla era que no había propiciado una verdadera integración entre los partidarios de Susana Díaz y los de Pedro Sánchez. Más aún, la ex presidenta andaluza, cuando ya la defenestración de Espadas estaba escrita, aseguró que se había tenido que «morder la lengua» y que la nueva apuesta para el liderazgo del PSOE andaluz tendría que «recuperar es la fraternidad, el respeto entre los compañeros y mucho talento que estos tres años se ha expulsado». Esa persona, oficialmente, será María Jesús Montero.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda tendrá que «coser» el PSOE andaluz, un partido que desde la pérdida del Gobierno de la Junta de Andalucía está dividido. Montero cuenta con algo incuestionable: es la socialista con más poder en España después de Pedro Sánchez. Quizá por eso, ahí tiene también su talón de Aquiles: todos los cargos se los debe al actual presidente del Gobierno por lo que su destino está unido al de Sánchez.
La vicepresidenta primera del Gobierno ha salvado el primer escollo de su carrera por regresar a la política andaluza: ha evitado las primarias. Aunque un candidato con poquísimas posibilidades como Luis Ángel Hierro no hubiera sido rival, siempre es mejor llegar por aclamación y evitar que se evidencien disputas internas. También ha conseguido que todas las direcciones provinciales del PSOE se pongan a su servicio, a la espera de ver cómo organiza el partido internamente y respeta los equilibrios orgánicos.
Las miradas internas están puestas en el PSOE de Jaén. El secretario general del partido en la provincia, Francisco Reyes, aseguró ayer que Montero «conoce perfectamente el PSOE de Jaén, conoce perfectamente el estilo Jaén, porque nos conoce hace mucho tiempo personalmente, pero también cómo trabajamos». Ese «estilo Jaén» se encarnaría en la figura de Juan Francisco Serrano, secretario adjunto de Organización del PSOE y diputado por Jaén. Ya ha jugado un papel importante en la reciente moción de censura en la capital y podría ocupar un cargo destacado en la nueva dirección del PSOE-A.
Por su parte, otra de las diputadas que puede tener protagonismo en la dirección de Montero es la portavoz del PSOE de Andalucía, María Márquez. Fiel al momento político actual, calificó como «revulsivo» para su partido la figura de la recién proclamada como nueva secretaria general y apuntó que ella, «como todo el mundo» en el partido, está a disposición de la nueva líder para estar «donde diga» y «a lo que mande».
Con todo, y como vicesecretaria general del PSOE Federal, las decisiones internas de Montero difícilmente serán cuestionadas. Esa segunda fase de su nueva labor como jefa de la oposición en Andalucía también la solventará sin estridencias.
Una vez conquistado el respaldo interno sin oposición y decidida la nueva dirección regional, Montero tendrá por delante su tarea más complicada: ganar el respaldo y la confianza del electorado andaluz. El PSOE-A cuenta con casi 45.000 militantes, pero para ganar unas elecciones autonómicas hay que conseguir en torno a 1,5 millones de votos –el PP de Juanma Moreno obtuvo 1.589.272 votos en las últimas elecciones de 2022 por 888.325 del PSOE–. Y esa «confianza» del electorado debe apuntalarla defendiendo, al mismo tiempo, las políticas de Sánchez en el Gobierno de España.
Por ahí girará las críticas a Montero desde el PP andaluz. El secretario general del PP de Andalucía, Antonio Repullo, lamentó ayer que la vicepresidenta primera del Gobierno hará «la oposición a Andalucía desde la Moncloa». Los populares también insistirán en el pasado de Montero en los Gobiernos de Chaves, Griñán y Susana Díaz: «Vuelve el PSOE de las mentiras, de los ataques personales y de las palabras vacías; el PSOE sin ideas y sin proyecto, el que tanta pobreza dejó mientras otros se llenaban los bolsillos».
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