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Sociedad

Pedro III, el "papa" que vive en Sevilla

Es el actual líder de la iglesia palmariana, que rompió con Roma tras el Concilio Vaticano II

Pedro III, el cuarto "papa" de la iglesia palmariana LR

Se hace llamar Papa, aunque no está reconocido por la Iglesia Católica. Se llama Joseph Odermatt y es el actual líder de la Iglesia Palmariana, una comunidad religiosa separada de la Iglesia Católica Romana, ubicada en El Palmar de Troya, provincia de Sevilla.

Bajo el nombre "papal" de Pedro III, Markus Josef Odermatt nació en Stans, Nidwalden, Suiza. Según se lee en la web de la iglesia palmariana "es descendiente de San Nicolás de Flüe, ermitaño del siglo quince venerado en Suiza como padre de la patria, cuyo único alimento durante veinte años era la Santa Comunión y que logró librar a su país de una fatal guerra civil, y ayudó milagrosamente a que Suiza no entrara ni en la Primera ni en la Segunda Guerra Mundial". Poco se sabe de Odermatt, más de lo que informan desde la secta del Palmar de Troya, quien cuenta de él que "ingresó en la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz en 1985, y estuvo dieciocho años de misionero en Suramérica. Fue Secretario de Estado por casi cinco años desde el año 2011 hasta el año 2016.

La iglesia de el Palmar de Troya rompió con Roma tras el Concilio Vaticano II, por lo que no reconoce a los papas de la Iglesia Católica desde la muerte de Pablo VI. Actualmente, stá viviendo una enorme crisis interna , que ha terminado con la salida de numerosos obispos y la venta de propiedades.

El "papa" más carismático de esta secta fue, sin duda alguna, . Clemente Domínguez Gómez (Écija, 1946), era el vidente principal del lugar de apariciones del Palmar de Troya en 1968 y quien, ayudado por su abogado Manuel Alonso Corral, se convirtió en el líder de todos ellos . Domínguez fue el producto de una infancia y juventud difíciles, marcadas por las fugas del domicilio paterno y, según confesión de su propia madre, de unas facultades mentales perturbadas.

Su peculiar forma de llevar la contabilidad le hizo abandonar una compañía de seguros en la que trabajó fugazmente antes de emprender junto a Manuel Alonso Corral, su «secretario de estado», el «camino a la santidad». En 1969 entró en éxtasis delante de 30.000 personas y se estigmatizó. Los estigmas visibles eran manchas y heridas sangrantes. La recepción del Niño Jesús en sus brazos era motivo de adoración para todo el pueblo presente. Esto se producía mientras un olor a incienso se daba cita en el lugar extrañamente. Fue así como comenzó la manipulación de parte de este pequeño pueblo de Utrera.

Clemente y su abogado necesitaban, ahora, persuadir a las instituciones para que financiaran la construcción de una basílica . Lo consiguieron, nadie sabe cómo, y fue levantándose poco a poco en la misma finca donde se produjeron las apariciones.

En este contexto, y para darle aún más suspense a la historia, durante un viaje en automóvil por la autopista Bilbao-Behovia, Domínguez sufrió un grave accidente que le hizo perder la vista el 29 de mayo de 1976.

A la muerte del Papa Pablo VI, Clemente Domínguez se autoproclamó su sucesor bajo el nombre de Gregorio XVII y canonizó sobre la marcha a Franco (cuentan que fue el régimen quien financió a la secta), José Antonio, Colón, Don Pelayo y hasta Adolf Hitler posteriormente, por el gran número de alemanes con los que contaba la congregación.