Entrevista

Rafael Guzmán: «Dar las gracias es salud gratuita»

En «Tu cuerpo, tu hogar» defiende que vivir más y mejor depende de nuestros hábitos diarios

Rafael Guzmán
Rafael GuzmánLa RazónLa Razón

Rafael Guzmán García es psiconeuroinmunólogo y especialista en estilos de vida. Defiende que ser longevos, vivir más y mejor depende de los hábitos y costumbres de cada uno. Acaba de publicar «Tu cuerpo, tu hogar».

Nuestro cuerpo es nuestro hogar. ¿Nos pueden denunciar por abandono?

Si tuviese capacidad de imponer justicia, al ser humano actual lo denunciarían por abandono del hogar. Sin duda.

No es lo mismo nutrirnos que alimentarse.

La nutrición conlleva que el alimento que estamos ingiriendo tenga una densidad de nutrientes amplia, y que nuestro cuerpo tenga la capacidad de absorber esos nutrientes. Los supermercados están llenos de productos, pero escasos de alimentos. Con el agravante de que esos productos tienen una infinidad de sustancias químicas que para nuestro organismo son tóxicas.

Aunque antes de echarnos «bocado» alguno, nos insta a que se nos «llene la boca» de agradecimiento.

Dar las gracias es salud gratuita. Se ha demostrado científicamente que tiene una repercusión bioquímica bastante significativa. De hecho, reduce nuestros niveles de ansiedad y de estrés, mejora la empatía, mejora las relaciones sociales, disminuye incluso la glucosa y estabiliza los niveles de insulina, previene contra la diabetes, mejora la tensión arterial. La gratitud forma parte de los cánones de la sociabilización.

Luego, que comencemos a respetarnos a nosotros mismos. Que «haya química» con nuestro organismo.

Aún no hemos considerado nuestro cuerpo como nuestro hogar. Porque, ¿a que no se nos pasaría por la cabeza pintar de grafitti las paredes de nuestra casa, ni romper las ventanas, ni las tuberías, ni nada? Nos agredimos diariamente con tóxicos como el tabaco, el alcohol, el sedentarismo. Hay que establecer una jerarquía donde lo primero sea nuestro autocuidado. Y no confiarlo a si nos sobra o no tiempo.

Nuestro cuerpo es electricidad que conseguimos a través del agua, viento y el sol. Energías renovables para una longevidad sostenible.

Nuestro cuerpo es 100% energía, electricidad que depende en gran medida de la calidad de nuestra agua celular y la exposición a la onda electromagnética del sol. De este dependen la conducción eléctrica, así como la velocidad, y en general, eficacia de todos los sistemas. Podemos equiparar nuestro cuerpo a unas placas solares. Por tanto, expongamos nuestro cuerpo al Dios sol; a nadie se le ocurriría tapar las placas solares de su casa.

Está extendido que «el sol provoca cáncer».

Yo diría que eso es una aberración hacia la naturaleza y al ser humano. Lo explico con un ejemplo. El albaricoque, una almendra o la uva, en su semilla contiene laetril. Entre sus componentes está el cianuro. ¿Eso significa que comer almendras me matará o me provocará cáncer?

Contésteme que no.

No, evidentemente. Ahora, si yo aislo a ese cianuro y me lo tomo, ahí sí voy a tener un problema. Cuando hablan de que el sol produce cáncer estoy sacando de todo el espectro de luz del sol una franja, la ultravioleta B y la A. Si yo incido ahí directamente me va a producir grandes problemas en la piel.

Entonces.

Si la persona que recibe esos rayos solares tiene una alimentación adecuada en Omega 3 y nos exponemos poco a poco al sol, más allá de generarnos un problema nos está protegiendo contra casi todas las enfermedades, prácticamente todas. El problema está en que la sociedad occidentalizada se pasa muchos meses bajo techo, comemos muy mal y nos atracamos de sol durante horas seguidas. Entonces pasa lo que pasa.

También tiene sus reservas con el «agua del grifo».

Es potable, pero producen más daño que beneficio por el cloro y el exceso de flúor. Luego en el agua corriente «es corriente» encontramos pequeños restos de herbicidas, plaguicidas. Incluso metales pesados... Estamos supeditados al agua del grifo puesto que el resto de las aguas que se comercializan tienen un precio muy elevado, pero siempre hay trucos para poder mejorar esa calidad del agua.

¿Cómo?

Por ejemplo, filtrando el agua en una jarra que tenga carbón activo. Luego esa agua la vamos a exponer al sol durante 24 o 48 horas en un envase de vidrio y posteriormente la enfriamos en la nevera. De esta manera tendrá un agua excelente para el consumo humano.

Probablemente quien haya llegado hasta aquí lleve una hora sentado entre desayunando tranquilo, leyendo el periódico, escuchando la radio y sin levantarse no vaya a ser que venga alguien a molestarlo. ¿Lo está haciendo bien?

Hemos saltado muchas reglas, que ya verá en el libro. La primera de todas no levantarse y andar o hacer algo de ejercicio cada 30 minutos sentado. Podría seguir… Pero vamos, que te digo que en una hora se ha tenido más infracciones que las que ha recogido una pareja de policías en la M-30 de Madrid.