Sociedad

Juan Miguel Vega: "Mi pregón será heterodoxo al igual que la Semana Santa de Sevilla"

"Si fuera ortodoxa, todas las cofradías serían iguales", señala el pregonero

Juan Miguel Vega, pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2024.CSR28/01/2024
Juan Miguel Vega, pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2024CSREuropa Press

"La heterodoxia y la ortodoxia es algo que habría que revisar. Desde mi punto de vista, el verdadero pregón de la Semana Santa de Sevilla es el heterodoxo, el que yo voy a dar porque la Semana Santa es en sí heterodoxia pura y dura". Así lo reconoce abiertamente el periodista y director de Canal Sur Radio, Juan Miguel Vega (Sevilla, 1962), que será el encargado de anunciar esta Fiesta Mayor de la capital andaluza, el próximo 17 de marzo, sobre el escenario del Teatro de la Maestranza.

En una entrevista concedida a Europa Press, el pregonero de la Semana Santa de 2024 desvela algunos detalles sobre su texto, como el hecho de que aún no lo ha terminado, algo que cree que hará "el mismo Domingo de Pasión por la mañana, cuando le dé los últimos toques". En este sentido, asegura que está "muy avanzado", de modo que "a estas alturas, lo esencial está escrito y ahora estamos puliendo cosas y terminando de rematar, pero todavía me queda".

El pregonero defiende, por encima de todo, el estilo heterodoxo de su pregón. "Si la Semana Santa fuera ortodoxa, todas las cofradías serían iguales, no habría maneras distintas de llevar los pasos, los nazarenos se vestirían igual y el comportamiento de las hermandades sería exactamente mimético", esgrime al respecto.

En este sentido, Juan Miguel Vega se define como una persona "osada" en cuanto a que, como periodista, en Canal Sur Radio -donde fue uno de los precursores del actual programa El Llamador- "nos atrevimos a hacer cosas que, quizás al principio, podían chocar un poco, pero eso no significa que fuera irrespetuoso". Todo ello, "partiendo de la base de que Sevilla es una ciudad que admite mucho más y mejor las innovaciones. De hecho, la Semana Santa no para de evolucionar".

Considera el pregonero que nota "un cierto discurso de un tiempo a esta parte en el que hay revisionistas de casi todo" y alude a la escenografía del Pregón. "La tradición cumple un papel primordial. Si estamos cambiándolo todo y sometiéndolo al albur de lo que, en un momento dado, creemos que es más bonito o más feo, pues entonces esto va a dejar de ser lo que ha sido". Responde así cuestionado sobre un posible cambio de formato en la puesta en escena.

"La tradición, la solemnidad, lo añejo, las cosas que tienen solera deben mantenerse. El acto del Pregón no se puede convertir en un espectáculo audiovisual como algunos pretenden", afirma. "Está bien, por ejemplo, como han hecho algunos compañeros, meter un poco de música -como si de un adorno se tratara- pero cambiar el formato, creo que no tiene sentido", añade.

En cuanto al desarrollo del texto, el pregonero asegura que tuvo dudas por el hecho de que estuvo mucho tiempo dedicado a la Semana Santa y a escribir artículos sobre la ciudad. "Mi gran duda era si tenía algo después de todo lo que había escrito. Afortunadamente, se está cumpliendo algo que alguien ya me vaticinó: 'te van a salir las cosas'. No sé si es la mano del Espíritu Santo, como algunos dicen, o que tienes dentro cosas que no sabes que las tienes, pero algo de eso pasa".

No obstante, "esa estructura ha ido variando conforme avanzaba. Pasa como con los relatos, con las novelas. Vas teniendo experiencias en este camino que te van orientando la escritura y un poco el discurso", abunda, al tiempo que apunta tres claves que, en su opinión, debería tener un pregón: ser capaz de emocionar; estar concebido para todos los públicos e insuflar alegría, "independientemente de que conmemoramos algo dramático que tiene un final glorioso". "Alegría porque es un reencuentro con la vida de la ciudad y con la memoria de los tuyos".

El pregón se está escribiendo "no en un único archivo, sino por capítulos", siendo el "más grueso" uno que está dedicado al filósofo francés Descartes. "Tengo ahí no sé cuántos folios que quiero conservar, porque en un futuro no sé si eso podría tener alguna utilidad", expresa.

'HE RECIBIDO EL CARIÑO Y EL CALOR DE LA GENTE'

Afirma Juan Miguel Vega que al pregonero "se le exige que sea él mismo: una exigencia absolutamente razonable y necesaria", de modo que "si no es así creo que te van a salir las cosas peor". En su caso, su experiencia como cofrade está basada en dos hermandades, San Bernardo y El Amor, si bien "hay muchas otras", porque "quienes vivimos en Sevilla tenemos vínculos afectivos, emocionales, con hermandades que a lo mejor no son las nuestras, pero que por alguna razón te han llegado".

Desde su designación, por parte de la institución cofradiera con sede en la calle San Gregorio, el pregonero no ha dejado de recibir parabienes y consejos de buena parte del orbe cofrade hispalense; también de sus predecesores en el atril del Maestranza. "Muchos me han dicho que sea yo mismo. Aquí aprendes a conocer el verdadero rostro de Sevilla. Que no es el tópico y malicioso de la puñalá trapera, de la hojana y de la hipocresía. Eso hay, pero como en cualquier ciudad del mundo. Aquí lo que se le da es mucho calor al pregonero y, más que consejos, la gente te da cariño, apoyo y ánimo".

El director del ente público andaluz recibió la noticia de su designación "como un regalo de la ciudad y como un honor". Reconoce abiertamente que "no se imaginaba que daría un pregón". Sin embargo, "cuando veo los que he dado -Pregón de la Esperanza, de los Armaos y del Costalero, entre otros-, el primero que se asombra soy yo; lo atribuyo, en un primer momento, a que no sé decir que no". Los primeros pregones los dio con una "cierta curiosidad", ya que a los periodistas "nos gusta experimentar sensaciones. En cualquier caso, todas han sido experiencias muy gratas. Ahora estamos hablando del pregón con mayúsculas".

OBJETO DE ANÁLISIS EN LA UNIVERSIDAD

Para Juan Miguel Vega, el pregón "no deja de ser una manera de comunicar", por lo que no sería extraño que fuera objeto de análisis en la Universidad, como un género más. En este sentido, "más que de anuncio tiene mucho de mirada retrospectiva, con un nivel literario muy alto, de modo que no es nada descabellado el hecho de que pueda hacerse algún tipo de estudio por parte de los profesionales de la comunicación sobre este tema".

Hasta el Domingo de Pasión, la agenda del pregonero será muy intensa, sobre todo cuando se inicie la Cuaresma, el próximo 14 de febrero, si bien, esa interminable lista de invitaciones a actos públicos e internos, en el seno de las hermandades, "comienza prácticamente el mismo día de su nombramiento. Luego hay un momento tranquilo, que son los meses de octubre y noviembre, y ya en diciembre se precipitan los acontecimientos". "La agenda la llevo junto a mi hijo Juanmi -también periodista- que compagina dos cargos: jefe de prensa y de gabinete".

"Tengo dos agendas. Una como tal y otra en el libro donde estoy escribiendo el pregón, que quiero guardarlo como recuerdo, y en el que empecé a apuntar de manera desordenada las primeras citas. Y la verdad es que es muy intensa. Pero me he propuesto desde el primer momento, a pesar de que coincide con un trabajo como el mío, ir a todo y vivirla a tope, experimentar una inmersión en este mundo total y creo que, como periodista, de alguna manera estoy obligado a vivir la experiencia entera", concluye.