Historia

La primera ciudad fundada por los romanos fuera de la Península Itálica está en Sevilla

Se da por sentado que los primeros pobladores eran castrenses, licenciados mayoritariamente que se arriesgaron a quedarse en una tierra fértil

Itálica, en el actual término de Santiponce
Itálica, en el actual término de SantiponceEuropa Press

"Todos los caminos conducen a Roma", al menos en la Antigüedad. Itálica, en Santiponce (Sevilla), fue la primera ciudad creada por Roma fuera de la Península Itálica y cuna la cuna de los emperadores Trajano y Adriano, dos de los personajes principales de la historia de lo que ahora es España. Se da por sentado que los primeros pobladores eran castrenses, licenciados mayoritariamente que se arriesgaron a quedarse en una tierra fértil.

La presencia de Roma en la Bética dejó múltiples muestras de la dimensión económica, militar y de desarrollo social y cultural del imperio. Itálica representa el esplendor de un enclave con las cotas más elevadas de prosperidad. Además de la primera ciudad creada por Roma fuera de la Península Itálica, es cuna la cuna de los emperadores Trajano y Adriano.

Como “primer asentamiento de cives romani de Hispania”, se distingue del resto de ciudades en Hispania. El desarrollo urbano de Itálica siguió el camino emprendido por otros asentamientos romanos, sin embargo, pasó pronto a ser el foco de la cultura del Imperio Romano durante el siglo I d.C. y principios del II d.C en el Bajo Guadalquivir. Durante decenios, los italicenses esgrimieron su vieja reivindicación de ser el núcleo tradicional del poder de Roma en la Península frente al poder económico o administrativo que pudieron presentar otras ciudades, especialmente Hispalis.

Las noticias de la fundación de Itálica se conocen a través de Apiano: “A partir de este momento, poco antes de la Olimpíada ciento cuarenta y cuatro, comenzaron a enviar anualmente, a los pueblos de Iberia conquistados, pretores en calidad de gobernadores o superintendentes para mantener la paz. Y Escipión, después de dejarles un ejército pequeño adecuado a un asentamiento pacífico, estableció a los soldados heridos en una ciudad que llamó Itálica. Es la patria de Trajano y Adriano, quienes más tarde fueron emperadores de los romanos. Y él partió rumbo a Roma con una gran flota. Adornada con magnificencia y repleta a un tiempo de prisioneros, riquezas, armas y un variado botín”.

El lugar elegido para la fundación de la ciudad era en pleno valle, “con fértiles tierras, cerca de un río navegable, y capaz de controlar la producción minera serrana, siendo ésta, posiblemente, la razón principal por la que fue elegido el lugar como primer asentamiento romano del Sur peninsular”. Su situación coincide con la de un lugar habitado por indígenas, lo cual era bastante normal en los primeros asentamientos romanos de la península y cuyo registro más antiguo data del siglo V a.C.

“La fecha de fundación debería coincidir con la propia de la batalla de Ilipa, es decir el 206 a.C. o como mucho los inicios del 205 a.C".

Itálica es la referencia obligada de Roma en el Sur peninsular. Era un punto de disuasión contra posibles aventuras cartaginesas y freno a las incursiones lusitanas y de los deseos de independencia de los régulos indígenas. Itálica estaba “en un punto estratégico, donde se encontraban la vía que procedía de Gades con la que, desde muy antiguo, conectaba con las zonas mineras de la Sierra Morena”.