Los senadores romanos que procedían de la Bética

Itálica, en Santiponce (Sevilla), es conocida como la primera ciudad creada por Roma fuera de la Península Itálica y cuna la cuna de los emperadores Trajano y Adriano, dos de los personajes principales de la historia.

La historia va más allá de Trajano y Adriano. "El primer italicense cuyo nombre conocemos es Cayo Marcio, un militar ibero que fue enviado a luchar contra los lusitanos mientras el grueso del ejército con su general Quintio invernaba en Córdoba, según relato de Apiano de acontecimientos fechados en el 143 a.C.", señala uno de los cuadernos didácticos de la Junta de Andalucía.

Posteriormente, "no es hasta el año 76 a.C. cuando vuelve a aparecer el nombre de Itálica en los documentos". Se trata de la derrota junto a la hoy en día Santiponce "de Hirtuleyo, general del bando sertoriano, frente a las fuerzas senatoriales de Metelo". Según el cuaderno didáctico, "a esta época posiblemente deben pertenecer los epígrafes funerarios procedentes de la necrópolis más vieja de Itálica, la situada en la carretera Santiponce-Valencina junto al arroyo del Cernícalo".

La guerra entre César y Pompeyo, que arrancó en el 49 a.C. tras el paso del Rubicón, también tuvo eco en Itálica. "Sabemos que se opuso a Varrón determinando su paso a las huestes de César y que un tal L. Munatius Flaccus, ciudadano de Itálica aparece defendiendo las posiciones pompeyanas en el año 46 a.C".

ITÁLICA EN EL IMPERIO

"El s. I a.C. conoció una nueva e importante emigración de ciudadanos romanos compuesta no sólo de abastecedores del ejército y funcionarios civiles, sino de emigrados políticos algunos de los cuales debieron regresar en cuanto cambiaron las circunstancias políticas que contribuyeron a facilitar el proceso de romanización", señala el cuaderno didáctico de la Junta.

"Itálica debió participar de estas circunstancias como se puede deducir de la onomástica registrada en las distintas fuentes documentales", explica. "Una vez acabada la guerra civil, Itálica se vería inmersa en el proceso general de adaptación al nuevo estado. A la vez que se creó la provincia de la Bética, desgajada de la Ulterior, se otorgaron estatutos jurídicos municipales bajo los presupuesto de la Lex Iulia Municipalis a diversas comunidades entre las que debía encontrarse Itálica", indica el documento de la Junta.

Queda por saber "qué tipo de estatuto tenía, si, como sostienen algunos autores, de derecho latino, o como defienden otros, de ciudadanos romanos, es decir, cives romani". Tampoco se conoce "si fue Augusto quien le dio esta categoría o la poseía de antes. De cualquier forma la administración mantendría dos duoviros (duoviri), responsables máximos, y dos ediles, elegidos mediante sufragio entre los ciudadanos de pleno derecho, magistrados religiosos, pontífices y augures, así como una Asamblea ciudadana y un Ordo decurionalis que formaba el senado local".

La llegada de Augusto "representó una época de actividad edilicia comparable a las de Trajano y Adriano". ¿Qué peso tuvo Itálica después de Trajano y de Adriano? Los próximos años fueron "decisivos en la historia de Itálica ya que en ellos se gestó la aparición de una clase dirigente capaz de llegar al principado". Hasta un total de 19 senadores se cuentan nacidos u oriundos de Itálica, siendo durante el Imperio de Vespasiano la ciudad de la Bética de donde procedían más senadores.

El primer senador del que tenemos noticia es (Aelius?) Marulinus, posible tatarabuelo de Adriano. "Igualmente los dos personajes que aparecen en la inscripción de la orchestra -Lucius Blattius Traianus Pollio, hijo de Lucius, y Caius Traius Polllio, hijo de Caius- se hallan ligados al mismo linaje del emperador Trajano", señala el documento didáctico de la Junta de Andalucía.

"Itálica se transformó durante el siglo I d.C. y principios del II d.C. en verdadera abanderada de la cultura romana en la Bética", señala el cuaderno didáctico. Esto pudo estar basado en el convencimiento de su “calidad” y no en su importancia económica o administrativa, "papel reservado a Hispalis", por lo que no debería "sorprender la construcción de una nueva área urbana, verdadera Traianópolis, más un canto de cisne de una ciudad modesta que una demostración de su poder económico, especialmente en relación con Hispalis".