Perros

Mucho cuidado, a partir de esta temperatura tu perro corre peligro de sufrir un golpe de calor

El verano aprieta y, mientras nos protegemos del sol, no debemos olvidar a nuestros amigos de cuatro patas

Un veterinario advierte del grave riesgo que supone dejar jugar a tu perro con una pelota de tenis
Un veterinario advierte del grave riesgo que supone dejar jugar a tu perro con una pelota de tenisistock

Las sucesivas olas de calor que azotan España representan una amenaza considerable para las mascotas. Los perros, en particular, son sensibles a las altas temperaturas, exigiendo vigilancia especial al planificar paseos o actividades al aire libre.

La Dirección General de Derechos de los Animales subraya que la tolerancia al calor varía entre estos animales. Su tamaño, estado físico, raza o edad son determinantes para evaluar su riesgo.

Comprender estos umbrales térmicos es esencial para evitar situaciones de riesgo extremo y golpes de calor. La responsabilidad de los propietarios se basa en adaptar los hábitos de sus mascotas, buscando siempre su bienestar por encima de todo.

Riesgos por tamaño: criterios para cada tipo de perro

La Dirección General de Derechos de los Animales ha emitido directrices claras sobre los niveles de riesgo según el tamaño del perro. Para los de tamaño pequeño y mediano, el riesgo es moderado a partir de los 23 grados Celsius. Este riesgo asciende a nivel alto desde los 29 grados Celsius, desaconsejándose la exposición prolongada.

Los perros de gran tamaño tienen menor tolerancia al calor. El riesgo moderado comienza a partir de los 21 grados Celsius, y se torna alto a los 26 grados, un umbral bastante inferior al de otras razas.

Es importante un umbral de peligro uniforme para todos los perros. A partir de los 32 grados Celsius, cualquier actividad física al aire libre representa un riesgo extremo para cualquiera. Para los perros de gran tamaño, este límite se adelanta a los 29 grados Celsius.

Factores de riesgo adicionales y medidas de prevención

Existen otras variables que elevan el riesgo de golpe de calor. Animales con sobrepeso, razas braquicéfalas (hocico corto), y ejemplares muy jóvenes (menores de seis meses) o ancianos presentan una vulnerabilidad incrementada.

Los dueños disponen de herramientas para mitigar estos riesgos. Proporcionar acceso constante a agua fresca y limpia y garantizar zonas de sombra son medidas esenciales que pueden reducir la probabilidad de un incidente.

Para evaluar si el suelo está demasiado caliente para las almohadillas, la "regla de los cinco segundos" es clave. Si al posar la mano sobre el asfalto no se aguanta cinco segundos, la superficie podría provocar quemaduras graves. Es imperativo buscar zonas de césped o tierra, o esperar a que la temperatura baje.