Historia
España cuenta con su propia "Gran Muralla China": se encuentra en esta ciudad
Se trata de una formación geológica única en el mundo, que muestra las maravillas de la naturaleza y que es muy parecido al monumento del país asiático
Nuestro país cuenta con grandes monumentos que le hacen inigualable, pues el turismo es el motor económico español. Y con razón, ya que la cultura e historia de España no se puede ver en ningún otro lugar del planeta, y en sentido contrario, muchas ciudades españolas esconden "pequeñas réplicas" de grandes maravillas del mundo o construcciones históricas extranjeras. Así, una ciudad española cuenta con su propia "Gran Muralla de China", esa que destaca en el gigante asiático.
Se trata de una muralla de roca caliza, dos paredes verticales y paralelas que sin ninguna duda forman una maravilla geológica, como si se tratase de una muralla de verdad. Está ubicada en el término municipal de Viacamp, en la comarca de La Ribagorza y muy cerca del pueblo abandonado de Finestres, del que toma su nombre.
Esta formación se precipita al embalse de Canelles y separa la vertiente aragonesa de la Sierra de Montsec de la parte catalana. La "Gran Muralla de Finestres" es una increíble y vertiginosa formación calcárea, que data del periodo Cretácico (en torno a cien millones de años) según registros.
Dada la imponente presencia de esta barrera doble que cuenta con un canal interno entre las dos crestas, puede que siglos atrás fuera aprovechado el terreno para levantar construcciones defensivas como castillos o fortalezas, y sus estratos se conocen como "aragonesas" o "estratos de "flysch".
Así es la "Gran Muralla de Huesca", la "réplica" natural del monumento de China incluido en las maravillas del mundo
Aunque es conocida popularmente con el nombre del monumento asiático, lo que le equipara a esta maravilla del mundo, lo cierto es que su denominación real es Roques de la Vila. Así, "Gran Muralla de Finestres" tiene varios kilómetros de longitud, y de las dos crestas que discurren paralelas, es el muro sur el que cuenta con las paredes más altas, con una altura que sobrepasa los veinte metros.
En medio de ellas, se pueden encontrar las ruinas del castillo medieval de Finestres o la ermita de San Vicente, una iglesia románica del siglo XI construida en lo alto de la muralla. Su entorno está dominado por bosques de pinos, encinas y matorrales típicos del Prepirineo, y es común avistar aves rapaces como el buitre leonado o el águila real, así como mamíferos como zorros y jabalíes.
La mejor perspectiva de la muralla es desde el mirador de la ermita de San Marcos, una iglesia que se mantiene en buen estado y que cuenta con un banco en una de sus paredes, desde el que cualquier persona se puede sentar y admirar el paisaje con especial complejidad y belleza creado por la naturaleza. Asimismo, desde el embalse de Canelles se puede llegar a la muralla remando en kayak, lo que ofrece una perspectiva única.
La zona de Finestres estuvo poblada hasta 1960. En el pueblo se puede visitar una ermita del siglo XVIII dedicada a Santa María así como restos de un molino de aceite, lo que refleja que uno de los puntos fuertes de la economía del municipio estuvo vinculado con la aceituna.
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