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El otoño se hace notar en Aragón con estos significativos efectos de una DANA que avanza desde el sur de Francia, según la AEMET

Previsión meteorológica del martes 23 de septiembre

Mapa del estado del cielo, según AEMET
Mapa del estado del cielo, según AEMETAEMET

El otoño de 2025 comienza con una marcada división meteorológica en la Península Ibérica. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la jornada del 23 de septiembre estará definida por la presencia de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en el sur de Francia, un fenómeno que traerá una notable inestabilidad al extremo norte peninsular y al área mediterránea. Mientras que en estas zonas se esperan lluvias, chubascos y tormentas, el resto del país disfrutará de un clima más estable. Los aragoneses, por su parte, se encontrarán en medio de este contraste, con un pronóstico que varía desde la nieve débil en el Pirineo hasta vientos intensos en el bajo Ebro.

Una jornada de contrastes, con las primeras nieves en los Pirineos

Desde las primeras horas del día, el área mediterránea y el extremo norte verán cielos nubosos con precipitaciones. La AEMET advierte de que las tormentas podrían ser localmente fuertes, especialmente durante la madrugada en los litorales del sudeste y Cataluña, y más tarde en Baleares y zonas costeras próximas a esta última comunidad. En el Pirineo, las temperaturas lo suficientemente bajas podrían permitir la caída de nieve débil. En contraste, las altas presiones se extenderán hacia el oeste peninsular, garantizando cielos poco nubosos. Sin embargo, por la tarde, la evolución de las nubes en los tercios norte y este podría provocar chubascos ocasionales en las zonas de montaña.

Vientos, temperaturas en descenso y heladas

Los vientos serán un elemento protagonista. En el Bajo Ebro, el cierzo soplará con rachas fuertes y probables rachas muy fuertes, al igual que la tramontana en el Ampurdán catalán. En la mitad occidental de la península, el viento será más moderado.

En cuanto a las temperaturas, las máximas experimentarán un descenso en el área mediterránea y Canarias, mientras que ascenderán de forma notable en el tercio occidental. Las mínimas, por su parte, se mantendrán estables o descenderán ligeramente en general, salvo en el alto Ebro y el norte de la Ibérica, donde se prevé un ligero aumento. En las cimas del Pirineo, las temperaturas nocturnas bajarán lo suficiente como para dejar heladas débiles.

Para las capitales de provincia de Aragón, las temperaturas se mantendrán en un rango típico para esta época del año. En Huesca, se espera una mínima de 8°C y una máxima de 23°C. En Zaragoza, las temperaturas oscilarán entre los 15°C de mínima y los 23°C de máxima. Finalmente, en Teruel, el termómetro marcará una mínima de 4°C y una máxima de 22°C. Estos valores reflejan una jornada de transición en la que el verano va cediendo, poco a poco, ante la llegada del otoño.