
Menos de 200 habitantes
'La que se avecina' en la otra comunidad de Enrique Pastor: esto es lo mejor del pueblo del actor aragonés José Luis Gil
Odón, Teruel, está estrechamente vinculado al protagonista de la serie de Telecinco

Emplazado en la comarca del Jiloca, Teruel, Odón es símbolo del alma serena y más reservada de la ‘España olvidada’. Con solo 197 habitantes según los datos más recientes del INE (Instituto Nacional de Estadística), este encantador pueblo de Aragón preserva intacta su autenticidad rural gracias a su tradición ganadera y otras bondades. Pero el tranquilo núcleo urbano también es célebre por ser el origen familiar del actor aragonés José Luis Gil, una de las caras más famosas de la televisión por su papel en 'La que se avecina' o, antes, 'Aquí no hay quien viva'.
La conexión de ‘Enrique Pastor’ con el municipio turolense no es anecdótica. Gil ha expresado en más de una ocasión el sincero afecto que le une a Odón, al que considera su “Macondo” más personal, un lugar único repleto de nostalgia familiar que ha marcado completamente su infancia y, también, su personalidad.
José Luis Gil fue pregonero en 2012
Un estrecho vínculo que quedo patente, por ejemplo, en 2012, cuando el intérprete tuvo el honor de ser pregonero de sus fiestas patronales, en un encuentro cargado de emoción y amor por esta tierra. En el acto se reencontró con familiares, residentes y, también, amigos de tropelías en su infancia. Sus emotivas palabras fueron recibidas con expectación y emotividad entre los asistentes.
El pueblo de José Luis se caracteriza, principalmente, por estar emplazado en un paraíso natural sobrio, en el que no faltan joyas patrimoniales perfectamente conservadas. Destacan, por ejemplo, la iglesia de San Bartolomé, del siglo XVI, o la ermita de Nuestra Señora de las Mercedes por ser excelentes monumentos que rinden cuentas de la densa historia religiosa y artística del municipio turolense.
Un pueblo con interesantes vestigios del pasado, como su aljibe perfectamente conservado
Hay más. Quienes visitan el tranquilo pueblo nunca se van sin conocer de cerca su antigua nevera o aljibe, los restos de un alfar o sus casas solariegas, todo vestigios de un rico pasado que sus vecinos luchan por conservar. Y, por otro lado, su imponente naturaleza hacen del lugar un sitio excepcional en el que desconectar completamente de la gran ciudad.
Un buen ejemplo de su naturaleza en estado puro es la popular Laguna de Gallocanta, uno de los humedales más importantes del interior de España. Este punto de gran interés natural convierte a Odón en un destacable municipio para los amantes del turismo rural y quienes disfruten con la observación de aves.
Otro de los reseñables atractivos del pueblo de Gil son sus gentes. Pese a su pequeño tamaño, Odón es un alegre lugar gracias a sus vecinos, sobre todo durante sus fiestas en honor a San Bartolomé y la Virgen de las Mercedes. Una dimensión humana, próxima y acogedora que es lo que más echan de menos, sobre todo, quienes un día se marcharon a la gran capital para desarrollar sus carreras profesionales, como es el caso de ‘Juan Cuesta’ en ‘Aquí no hay quien viva’.
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