Así es la "Villa blanca", el destino más impresionante de la costa asturiana

Asturias es una región que tiene la suerte de tener mar y montaña, y en cada una de las zonas, ya sea en el interior o rozando el Mar Cantábrico, hay lugares preciosos para visitar, pero hoy te descubrimos uno de esos pueblos pintorescos que lo tienen absolutamente todo y en el que parece que el tiempo se ha parado.

Su callejuelas empinadas, la belleza de sus miradores naturales, el puerto pesquero lleno de barcos y lanchas, su mercado, su capilla y su faro hacen de esta Villa Blanca uno de los lugares más bonitos de Asturias. Si no sabes de qué lugar te estamos hablando, que sepas que nos referimos a Luarca.

Enclavada en la costa occidental de Asturias, Luarca es un rincón mágico donde el mar Cantábrico abraza con fuerza la tierra. El nombre de Villa Blanca se debe al blanco de sus casas, que se alinean en las laderas como si fueran escalones hacia el cielo.

Pero Luarca es mucho más que su belleza visual: es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan, ofreciendo una experiencia única para quienes la visitan.

Su puerto pesquero es el corazón de la villa, donde los barcos aún zarpan al amanecer. La tradición marinera se refleja en festividades como la Fiesta de San Timoteo, patrón de los marineros, que se celebra en agosto con procesiones, música y una emocionante regata.

Uno de los símbolos de Luarca es su faro, situado en el cabo de San Agustín. Desde allí, las vistas del mar y el pueblo son simplemente espectaculares. Otro lugar imprescindible para conocer es el cementerio de Luarca, considerado uno de los más bellos de España por su ubicación junto al mar y su arquitectura singular. El Palacio del Marqués de Ferrera, la iglesia de Santa Eulalia y el puente del Beso son otros puntos de interés que no puedes perderte.

Además, el paseo marítimo te invita a disfrutar de la brisa marina mientras contemplas las olas romper contra las rocas.

Luarca es una villa que se mantiene viva, en invierno está tranquila y serena y con la llegada del buen tiempo se convierte en uno de los lugares de costa más visitados de la región y no es de extrañar. Por si aún te faltan motivos para visitar este pueblo, que sepas que en sus restaurantes puedes comer deliciosos pescados y mariscos, que llegan directamente de la rula al plato,