Curiosidades

Que llueva, que llueva... la virgen de la Cueva está en este precioso santuario asturiano

Fue a un portugués al que se le apareció la virgen en este lugar mágico y donde decidió rezar por su amada fallecida

Que llueva, que llueva... la virgen de la Cueva está en este santuario asturiano
Que llueva, que llueva... la virgen de la Cueva está en este santuario asturianoAyto Piloña

Que llueva, que llueva, la virgen de la Cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan que sí, que no, que caiga un chaparrón... Seguro que has cantado más de una vez y de dos esta canción, pero seguro que no tenías ni idea de que la virgen de la Cueva está en Asturias en un precioso santuario que es una auténtica maravilla y que merece la pena conocer.

Además, es un lugar accesible para todo el mundo y la belleza del sitio es de postal. La virgen de la Cueva está en Piloña, a orillas del río Mon o de La Marea, en la salida de Infiesto por la carretera AS-254 en dirección a Campo de Caso.

El primer dato histórico que existe sobre este lugar de culto se remonta al siglo XVI, aunque hay leyendas que establecen su origen algunos siglos antes durante los comienzos de la Reconquista.

Según se recoge en la historia popular, fue el señor de la Torre de Lodeña el que tuvo un sueño en el que se le apareció la Virgen María para pedirle que se le diese culto al actual santuario, cuentan que al acudir al lugar a verificar su sueño, encuentra en la cueva a un viejo que estaba rezando a una imagen de la Virgen.

La historia mágica del sitio

El Señor de Lodeña reconoce al hombre, se trata de un portugués que había luchado contra los moros. El portugués le explica que a la vuelta a su tierra tras la batalla el amor de su vida, una joven de la que estaba enamorado, fallece y que eso le hace darse cuenta de lo efímera que es la vida y que ahí tuvo que refugiarse en la fe para buscar la eternidad, fue vagando sin rumbo cuando se encontró con una imagen de la virgen que estaba en el actual santuario y decidió quedarse allí rezando y meditando. Un tiempo más tarde este hombre muere y es el señor de Lodeña el que decide darle culto a la virgen en este lugar.

A finales del siglo XVIII el recinto estaba formado por dos grupos de capillas: la de Nuestra Señora del Carmen y la del Cristo, junto a la pequeña capilla de la Virgen de la Cueva.

En 1858 la Reina Isabel II y el Príncipe de Asturias visitan el Santuario acompañados por San Antonio María Claret. Al poco tiempo el recinto quedó abandonado tras la desaparición de la Cofradía que lo mantenía, pero ya en el siglo XX se realizó una reconstrucción que cambió totalmente la fisonomía del recinto. En el Santuario se celebran anualmente la festividad de la Virgen (8 de septiembre), la ofrenda del Festival de la Avellana (primer sábado de octubre) y la misa rociera que tiene lugar durante la Feria de Abril de Infiesto. Y cuando quieres que llueva le rezas a ella.