Ciencia y Tecnología
Los mil y un usos de la realidad capturada
El proyecto Recap se basa en la captura de la realidad a través de fotografía y su transformación en digital. Su tecnología permite reducir gastos, tiempo y riesgos en varios sectores industriales
El proyecto Recap se basa en la captura de la realidad a través de fotografía y su transformación en digital. Su tecnología permite reducir gastos, tiempo y riesgos en varios sectores industriales
Imagínese que quiere reformar su casa y que puede ver el resultado incluso antes de decidirse por el color de los muebles o que quiere disfrutar de un crucero y que puede saber exactamente cómo se ve el mar desde su camarote antes incluso de contratar nada. Imagínese, ahora, que en un aerogenerador salta una alarma o deja de funcionar y que antes de que el técnico tenga que subir los más de 100 metros de torre de los molinos de más de 3MW puede saber dónde se encuentra la avería, qué herramientas tiene que llevar, qué es lo que debe cambiar y qué entradas o salidas son las más seguras para operar en su interior. Esto, que parece de ciencia ficción, ya es posible gracias a la realidad virtual; una tecnología que está viviendo un auténtico boom este año y cuyas expectativas no abarcan sólo al sector del ocio, sino que promete aplicaciones en un buen número de actividades industriales.
El proyecto de Innovación Virtual Recap de Acciona nació con este propósito y ha conseguido precisamente eso, aplicar la realidad capturada para mejorar el seguimiento y la gestión de obras y al mantenimiento de infraestructuras críticas como las plantas de generación de energía. De hecho, su programa ha sido seleccionado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en la convocatoria 2015 de ayudas de «Acción Estratégica en Economía y Sociedad Digital-Impulso Tecnológico». Esta tecnología permite pasar de lo físico a lo digital. Es decir que parte de una planta de un edificio del mundo real y la captura utilizando fotografías a 360 grados. «Una única cámara va captando el entorno, mientras que los sensores infrarrojos instalados en ella van absorbiendo la geometría del espacio», explica José Daniel García Espinel, director de Transferencia Tecnológica del departamento de Innovación de Acciona.
Ésta es precisamente la diferencia con cualquier otro tour virtual, como los que se hacen usando el famoso Street View, y es que el sistema graba los datos de las dimensiones reales del espacio. «En la primera fase cada foto se va casando automáticamente con la nube de puntos del espacio, porque cada imagen está referenciada con un punto tridimensional. Se obtiene un plano tan realista que se ahorra tiempo y traslados, ya que se evita mandar a alguien a que haga el dibujo con más o menos detalle y tienes toda la información en un sola toma. Antes ibas a una estación o subestación eléctrica y al pedir los planos te daban uno de los años 60. Al sacarlo no tenía nada que ver con la realidad. Eso implicaba que antes de empezar a trabajar se tenían que repetir las fotos, los planos... Ahora en una mañana lo capturas todo y conservas la información sin necesidad de volver», detalla Pedro Párbole, director de Innovación de la compañía.
Ahora llega la segunda fase. Con todo lo escaneado se crea un modelo 3D y a partir de él se pueden hacer tres cosas; un modelo BIM, un modelo As Built o ambos. La diferencia entre un modelo As built y uno BIM es que el primero es bidimensional; es decir, se dibuja la planta, el perfil y al alzado. El Bim es 3D y permite hacer giros, rotaciones, medir las distancias mientras uno se mueve por el interior del edificio. De hecho, el BIM o Modelado de Información para la Edificación es una metodología de trabajo que ha supuesto una revolución en el mundo de las infraestructuras ya que permite complementar la información de los planos y las mediciones de una obra con la visualización tridimensional y el cálculo de tiempo y costes. Una de sus ventajas es que todo el personal implicado en una obra, desde el arquitecto hasta el instalador del aire acondicionado, puede consultar los planos de la infraestructura, la cantidad de material que se requiere o las modificaciones que cualquier otro experto haya introducido en la maqueta. «Permite, por ejemplo, seleccionar sobre el plano un elemento e identificarlo por sus características, precio y fabricante. Esta información se queda identificada en todos los planos», explica Párbole.
Además de adaptar el producto final a las necesidades específicas del cliente, se le puede añadir un quinto paso. Esto es, transformar la información a realidad virtual. Una vez hecho esto, cualquier técnico con unas gafas 3D y un teléfono móvil cargado con esta realidad capturada puede desde cualquier lugar hacer una visita virtual al espacio en el que tiene que operar. Con un equipo más amplio, que incluya mandos por ejemplo, se puede hacer una auténtica visita inmersiva, en la que cualquiera puede desplazarse en el espacio capturado e interactuar con él mientras camina por su oficina.
Las aplicaciones en las que se puede implementar esta herramienta van desde el sector inmobiliario y hotelero al de mantenimiento, el de ingeniería y el de formación. «En el caso del sector inmobiliario es fácil probar con diferentes acabados y tipos de mobiliario antes de decidir cuál sería el más apropiado. Otra aplicación, más industrial, sería comprobar cuáles con los cambios que han de hacerse o si una nueva máquina cabe mejor en una zona u otra», explica Emilio Arce, director general de Facility Services de Acciona Service. «Para el tema de mantenimiento muchas veces te encuentras que no sabes lo que hay. Al tener un plano tridimensional y digital, los técnicos que deben entrar lo pueden ver; saber cuál es el equipo; recibir formación antes de que vayan, y comprobar la zona de seguridad por donde se puede entrar o salir. Evitas muchos trabajos en el campo, ahorra tiempo y, sobre todo, muchos riesgos», afirma Párbole.
La herramienta comenzó a gestarse en el departamento de Innovación, siempre pendiente de las últimas novedades tecnológicas y de los diferentes trabajos de las startup. Una vez ideado, Acciona lo ha probado prácticamente en todos los tipos de instalaciones que tiene; desde los barcos de Transmediterránea, fondos mobiliarios y hoteles a sus aerogeneradores, desaladoras, y salidas de ventilación de minas. «Hoy en día las instalaciones y las compañías deben ser eficientes y una herramienta así es interesante en instalaciones críticas como las de generación de energía para proyectar, entre otras cosas, todos los sistemas de seguridad que exige la regulación europea», señalan desde la compañía. Una vez comprobadas sus posibilidades, se ha empezado a comercializar y ya se encuentra instalado en el museo toledano Victorio Macho, que se pude visitar íntegramente desde el sofá de casa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar