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4 buenas razones para comer más hongos

Ya para empezar, el nombre, hongo, no resulta demasiado apetecible, pero cuando nos referimos a una gran variedad de setas y champiñones que son comestibles, la cosa cambia y nuestra salud mejora.

4 buenas razones para comer más hongos
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Ya para empezar, el nombre, hongo, no resulta demasiado apetecible, pero cuando nos referimos a una gran variedad de setas y champiñones que son comestibles, la cosa cambia y nuestra salud mejora. Hoy os damos cuatro razones para incluir más hongos en nuestra dieta diaria.

1. Las setas pueden ayudar en la lucha contra el cáncer.

Según un estudio publicado en la Revista Internacional de hongos medicinales y sobre el que se hace eco el portal www.ecowatch.com. En este caso se refieren específicamente al consumo de un hongo conocido como Chaga, que ha sido utilizado en la medicina tradicional asiática y el norte de Europa para paliar una serie de dolencias. El hongo crece en los árboles de los bosques del norte en los EE.UU., Canadá, Europa y Asia. Por lo general se asemeja a una masa negra en el tronco del árbol debido a los altos niveles de melanina, un pigmento natural que en los seres humanos protege contra el daño por radiación ultravioleta de onda corta B (UVB).

2. Los hongos estimulan la función inmunológica.

Lo recoge un estudio publicado en el Journal of the American College of Nutrition. En este caso, los científicos querían determinar si el consumo de setas shiitake podía mejorar la función inmune del ser humano. Las setas shiitake, además de deliciosas, son nativas de Asia oriental, y son una de las setas más comunes que se encuentran en la sección de productos del mercado debido a su creciente popularidad.

El estudio, de cuatro semanas, involucró a hombres y mujeres con buena salud entre las edades de 21 y 41 años. Los autores concluyeron que el consumo regular shiitake mejoró el sistema inmunitario y que los cambios observados en otros marcadores de inmunidad sugirieron que estas mejoras se produjeron en condiciones que eran menos inflamatorias que las que existían antes del consumo de los hongos.

3. Protección del cerebro y el sistema nervioso.

Esta función se vincula con un hongo en particular, el Reishi. Los investigadores mexicanos probaron compuestos en reishi para determinar los posibles efectos anticonvulsivos y neuroprotectores de este hongo. En el estudio, publicado en la Revista Internacional de hongos medicinales, se encontró que el hongo ayudó en la reducción de los patrones de degeneración en algunas partes del cerebro, lo que lleva a la conclusión de que el hongo reishi contiene efectos neuroprotectores.

4. Uso práctico en la cocina.

Los hongos son deliciosos y versátiles aplicados a la gastronomía. Muchos de ellos, por ejemplo como el Portobello, se puede tomar en sustitución de la carne y son un excelente complemento a sopas, guisos o curry. También dan un rico sabor a las salsas y obviamente apoyan un estilo de vida vegano o vegetariano.

Una amplia variedad de hongos comestibles se pueden encontrar en tiendas de comestibles, tiendas de alimentos naturales y muchos mercados y ahora en invierno se puede apostar por cremas hechas con hongos de temporada.