La cara B del deporte intensivo

Darle duro al deporte tiene sus pros y sus contras. Y muchas falsas creencias que pueden arruinar tu entrenamiento y hasta hacerte engordar

1. La alta intensidad adelgaza. FALSO

Sudarás mucho, eso seguro. Endurecerás y tonificarás, sí. Generarás algo de músculo y, en ese sentido, el metabolismo basal quemará más calorías porque tiene que alimentar más masa muscular. Pero no es la vía para quitarse el michelín: por cada medio kilo de músculo extra que ganes (imagínalo como medio brick de leche) solo quemarás entre 50 y 100 calorías extras al día (equivalente a unas 3 galletas María).

2. Quemarás calorías varias horas después. CIERTO

A las que se queman en la propia clase hay que sumar el conocido como EPOC (consumo de oxígeno posejercicio). Cuando hay un entrenamiento de fuerza muy intenso el metabolismo puede estar de 16 a 48 horas quemando a toda máquina para recuperar del trabajo al que le hemos sometido.

3. Entrenar un maratón adelgaza. FALSO

¿Sabes que algunos corredores engordan? La razón es que entrenar duro da mucha hambre. Y es fácil engullir sin control después de una carrera larga. Una hora corriendo puedes quemar unas 700 calorías (serán más o menos según tu peso y la intensidad de carrera). Una porción de pizza ronda las 200. Haz cuentas.

4. Correr distancias menores antes del maratón. SEGÚN

No es obligatorio y en ninguna carrera lo exigen. Pero ayuda psicológicamente a prepararse para sufrir en carrera y a ir adaptándote a entrenar con asiduidad.

5. El ejercicio intenso relaja. CIERTO

Generas endorfinas que ayudan a aliviar el estrés. Incluso mitigan los dolores menstruales. Pero interfieren con otras hormonas, como la melatonina, responsable del sueño. Si te ejercitas de forma intensa a última hora llegarás a casa feliz como una perdiz pero te costará pegar ojo.