La piel sensible, una dolencia en aumento y difícil de diagnosticar

Cada vez son más los casos de personas que tienen la piel alérgica o intolerante. Evitar ciertos cosméticos, así como la exposición prolongada al sol, el tabaco y el estrés ayudan a tratarla.

Piel seca, sensación de tirantez, enrojecimiento o descamación son las manifestaciones más comunes de lo que se denomina piel sensible. Curiosamente, aunque muchos de los signos son visibles, este diagnóstico puede resultar muy complicado por tres motivos:

- Los síntomas no siempre aparecen

- Cuando se manifiestan, rara vez lo hacen de forma constante

- La Academia Española de Dermatología y Venerología considera que el término piel sensible es más coloquial que médico

Sin embargo, las cifras de personas aquejadas de esta dolencia va en aumento en países desarrollados como España, donde alrededor del 50% de las mujeres reportan tener alergias de la piel.

Diagnóstico y tratamiento

Confirmar el diagnóstico puede resultar sencillo. Si se pone en contacto al alérgeno, en pequeñas cantidades, con la piel en cuestión, ésta hablará al instante. Del mismo modo, el tratamiento de piel sensible pasa a menudo por eliminar o evitar el contacto con el alérgeno para eliminar la sintomatología asociada a la alergia. En algunas ocasiones, puede requerirse también un tratamiento específico con el dermatólogo.

Grados de alergia

En función del grado de sensibilidad y la reacción que produce el alérgeno en la piel, los dermatólogos diferencian entre:

1. Piel alérgica. Es una reacción inmunitaria provocada por un alérgeno. Implica dos fases, una de sensibilización al alérgeno y una segunda de expresión retardada con motivo de una nueva exposición.

2. Piel intolerante. Es una respuesta inmediata y concreta de la piel frente a la substancia irritante. Estas pieles presentan una barrera cutánea más frágil y están más expuestas a las agresiones exteriores.

Los cosméticos, enemigos de la piel sensible

Si bien el desencadenante de la piel alérgica puede ser múltiple (sol, alimentación, medicamento), el alérgeno por excelencia se halla en los cosméticos. El alcohol, los parebenos y los detergentes figuran también en las primeras posiciones del ranking de alérgenos de la piel. A poca distancia se hallan el tabaco y el estrés.

Indicios para reconocer una piel sensible

• Deshidratación frecuente

• Sequedad repentina

• Se vuelve fina, casi translúcida

• Tiene rojeces y zonas erosionadas

• Reacciona ante los cambios bruscos de temperatura

• Se muestra reactiva tras el afeitado, la depilación