¿Tienes acné? Pues no deberías estar haciendo esto

Aunque padecer acné es completamente frustrante, existen una serie de rutinas que podemos llevar a cabo para, al menos, tenerlo bajo control. Aunque casi más importante que eso, hay algunas otras cosas que no se deben hacer si realmente queremos conseguir resultados y sentirnos bien con nuestra piel. ¿Y qué no hacer? Pues esto.

1. Culparte: el acné no aparece debido a que hemos hecho algo mal o haberlo dejado de hacer. Simplemente algunas personas son propensas y otras no lo son. De hecho, el acné aparece principalmente debido a los genes. Tiende a darse en familias, así que si nuestros padres tuvieron acné es más probable que nosotros lo padezcamos también.

En cualquier caso el acné no es una cuestión de culpabilidad. Por lo tanto, deja de culparte a ti mismo, es el momento de encontrar un tratamiento que funcione y listo.

2. No tocar: es difícil, pero es lo mejor para la piel. Nos pasa a todos que cuando vemos ese granito lo que queremos es hacerlo estallar para hacer que desaparezca. Si bien una leve presión en un grano de vez en cuando probablemente no va a causar muchos daños colaterales, sí que lo hará el toqueteo constante y contudente de la presión sobre nuestra piel.

3. Frotar y el exceso de limpieza: peelings abrasivos, almohadillas exfoliantes abrasivas y montones y montones de limpieza. ¿A que te suena algo así como tu rutina de limpieza de la piel? Si es así, ¡para!

El uso constante de productos muy abrasivos puede hacer más daño que bien a nuestra piel. Un lavado vigoroso y constante puede acabar por irritarla, agravar la inflamación y destruir la protección natural de la piel. Un buen indicador de que estás frotando demasiado es cuando la piel se ve muy roja, escuece o pica después del tratamiento.

Por supuesto, una buena exfoliación es necesaria si queremos una piel más luminosa. La exfoliación regular ayuda a mantener los poros limpios de suciedad y hace que la piel sea más suave. Además, en el caso de padecer acné, hay que tener en cuenta que muchos tratamientos ya incluyen una exfoliación, por lo que es importante no repetirlo. El exceso de limpieza es otro problema común. Una cara limpia es importante, pero un lavado constante hace que nuestra piel se vuelva más seca. No se puede hacer una limpieza 2 ó 3 veces al día, pero sí 2 ó 3 veces a la semana.

5. Gastar dinero en curas milagrosas: como para todo, también en el caso del acné hay un montón de productos que prometen pero no cumplen. Suplementos, hierbas o vitaminas que dicen que curan el acné. O esas cremas "de formulación especial"que prometen curar el acné en casa y en un par días. Lo cierto es que sería fabuloso, pero lamentablemente no es real.

No importa lo profesional que el sitio web o cómo convencer a la demanda, estos productos no van a eliminar el acné. No gastes dinero en productos que sólo darán resultados dudosos. Es mejor gastar dinero en productos probados como el peróxido de benzoilo o un medicamento de prescripción médica.