Prevención

«El 20% de la población sufre ardor dos veces por semana»

Dr. José Miguel Esteban / Jefe del servicio de Endoscopia Digestiva del Hospital Rúber Internacional de Madrid
Dr. José Miguel Esteban / Jefe del servicio de Endoscopia Digestiva del Hospital Rúber Internacional de Madridlarazon

1¿Qué es el esófago de Barrett y qué prevalencia tiene en la actualidad?

Es una sustitución del epitelio que recubre el esófago y que dista por otro tipo de epitelio que es más resistente al reflujo ácido desde el estómago. Este tipo de epitelio puede degenerarse y sobre él se desarrolla un cáncer de esófago. Parece que el dos por ciento de la población adulta en EE UU tiene esófago de Barrett.

2 ¿Cuál es su origen?

Se origina como transformación que se produce en el esófago debido al daño que sufre el mismo por la acción del reflujo gastroesofágico ácido.

3¿Que síntomas son los más característicos de la enfermedad?

En general son pacientes que sufren síntomas de pirosis o ardor que asciende desde la parte alta del abdomen hacia el pecho por detrás del esternón. Hasta el 20 por ciento de los adultos en España sufre episodios de pirosis o ardor retroesternal hasta dos veces por semana. En ocasiones, son pacientes que no presentan ni si quiera síntomas de reflujo, lo que dificulta el diagnóstico.

4¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El diagnóstico se realiza mediante una endoscopia digestiva alta que es capaz de hallar diagnósticos de Barrett que quedan confirmados al realizar toma de biopsia. Posteriormente, el estudio de las muestras tomadas por el patólogo nos confirmará la sospecha.

5¿Cuándo hay que tratar el esófago de Barrett?

El esófago de Barrett puede evolucionar a adenocarcinoma y esta evolución la realiza pasando por estados en los que existe displasia, comenzando con displasia de bajo grado, después displasia de alto grado y finalmente adencarcinoma intramucoso. Si sigue progresando el cáncer, será ya una situación en la que requiera tratamiento quirúrgico y/u oncológico.

6¿En qué casos está indicado el tratamiento endoscópico?

En la displasia de alto grado, el adenocarcinoma intramucoso y también se puede plantear en algunos casos con displasia de bajo grado. En el Esófago de Barrett sin displasia sólo se requiere en la mayoría de los casos realizar seguimiento endoscópico y un adecuado control del reflujo. es prioritario incluir a los pacientes con esófago de Barrett en un adecuado seguimiento endoscópico utilizando endoscopia de alta definición y revisión de las biopsias tomadas por un patólogo experto en esta enfermedad.

7 Precisamente, el pasado mes de septiembre se celebró en el Hospital Rúber Internacional un curso sobre el diagnóstico y el manejo endoscópico del esófago de Barret. ¿A qué conclusiones llegaron?

En este curso se ha puesto al día sobre todos los avances en el diagnóstico con endoscopia y la confirmación por las biopsias del Esófago de Barrett, así como el tratamiento con endoscopia para la desaparición la patología cuando existe displasia y/o cuando aparece un carcinoma superficial para evitar terapias más invasivas y agresivas.

8¿Hasta qué punto condiciona la enfermedad a la calidad de vida del afectado?

El esófago de Barrett sin displasia no condiciona la calidad de vida del paciente, aunque en muchos casos sí lo haga el reflujo gastroesofágico que presentan muchos afectados.

9¿Cuál es el tratamiento más indicado y qué papel juega la radiofrecuencia?

En el caso de que haya que tratar de manera endoscópica el esófago de Barrett, la mejor técnica siempre que no exista ninguna nodularidad y sea un esófago «plano» es la ablación con radiofrecuencia, que permite erradicar el Barrett con displasia y que quede sustituido por esófago normal (sin Barrett). Si ya hay adenocarcinoma intramucoso o nodularidad, se puede hacer mucosectomía endoscópica de las nodularidades, y posteriormente ablación con radiofrecuencia del resto del Barrett.

10¿Qué medidas dietéticas deben seguir estos pacientes?

Son pacientes que deben evitar y controlar el reflujo gastroesofágico ácido con medicación y evitar comidas abundantes y pesadas, perder peso y no tumbarse en general hasta al menos 2 horas después de las comidas. En algunos casos les recomendamos elevar la cabecera de la cama si persiste el reflujo ácido por la noche.