Sanidad privada

Ignacio Riesgo: «La sanidad privada ha crecido, pero no a costa de la pública»

Es médico, profesión que ejerció durante más de una década. Posteriormente se dedicó a la gestión hospitalaria siendo gerente de hospitales como el central de Asturias o el Ramón y Cajal de Madrid. Entre 1995 y 2013 dirigió equipos de consultoría en salud. Toda esta experiencia le ha servido para publicar varios libros como «Qué está pasando con tú Sanidad», presentado esta

Ignacio Riesgo / Médico y consultor sanitario
Ignacio Riesgo / Médico y consultor sanitariolarazon

- Quizás la primera pregunta sea un poco obvia pero, ¿qué está pasando con nuestra Sanidad que le ha llevado a escribir un libro sobre el tema?

-Nuestro sistema sanitario público sufrió, con la crisis económica, unos recortes que no se habían producido nunca. Tras la crisis se generalizó la idea de que si se recupera el gasto y se revierten las «privatizaciones» (que, por cierto, no han existido) todo se arreglaría. Lo que decimos es que eso por sí mismo no solucionaría nada: el Sistema Nacional de Salud (SNS) necesita reformas en profundidad y, entre ellas, unas nuevas relaciones con el sector privado, que es mayor de edad, y no es una consecuencia de la crisis, sino de largos años de desarrollo.

-Precisamente en él se aborda ese crecimiento del sector privado que muchos dicen ha sido «a costa» del público. ¿A favor o en contra?

-Precisamente lo que decimos es que el sector privado ha crecido, pero no a costa de lo público. No ha habido trasvases de fondos del sector público al privado. La bajada del gasto del sector público durante la crisis y la subida del gasto en el sector privado responden a lógicas distintas. La bajada del gasto público se debe a la consolidación fiscal de todo el sector público. La subida del sector privado se debe a razones de mercado: las aseguradoras sanitarias han sabido ofrecer un producto muy adaptado al modelo duplicado, a un precio muy atractivo y que hace énfasis en la accesibilidad y la inmediatez.

-También se analiza la actual coexistencia de éste con el sistema público. ¿Qué conclusiones saca?

-Como partimos de la base de que la colaboración público/privada es necesaria y buena tanto para el sector público como para el privado, es por lo que planteamos recuperar la confianza entre ambos sectores –que se deterioró tras la crisis– sobre nuevas bases.

-En el libro se hacen algunas propuestas de mejora. ¿Cuáles considera que son las más urgentes y/o necesarias?

-Sí, planteamos 30 líneas de transformación, agrupadas en siete ejes. Es lo que llamamos la ecuación del cambio. Lógicamente, planteamos una aplicación gradual de las medidas. En la fase uno incluiríamos poner al paciente en el centro; la superación progresiva del régimen estatutario del personal; la creación de una Agencia de Evaluación de Tecnologías; y, un marco estable para las relaciones con el sector privado.

-Pese a todo, nuestro sistema sanitario

está reconocido como uno de los mejores del mundo, algo se habrá hecho bien...

-El sistema sanitario español sale muy bien parado en todos los rankings internacionales. Esto ha llevado a algunos a pensar que estábamos tan bien que no hacían falta reformas, lo que es una opción del todo suicida. El SNS es un sistema de tipología europea, con algunas áreas de excelencia: el nivel profesional; el modelo de formación MIR; los trasplantes; la organización de la investigación...

-No obstante, las previsiones más agoreras dicen que el actual sistema va a colapsar. ¿Estos negros augurios tienen razón o hay motivos para la esperanza?

-El sistema no va a colapsar. Antes al contrario, la extensión de los sistemas sanitarios públicos de cobertura universal está en la agenda de los gobiernos de muchos países. Y no sólo de los más ricos, como hasta ahora, sino también entre los considerados pobres, como Tailandia, Rwanda, Brasil, México y otros.

-¿Cree que se llegará a conseguir un Pacto de Estado por la Sanidad? ¿Cuáles, en su opinión, son los mínimos a conseguir?

-El calibre de los retos hacen necesario ese Pacto de Estado. Lo cual no quiere decir que sea fácil, la prueba es las múltiples veces que se ha intentado. Las condiciones políticas generales son extremadamente difíciles para ese Pacto: consecuencias sociales de la crisis económica; crisis del bipartidismo, que había sido el eje político durante el largo reinado de Juan Carlos I; aparición de nuevos actores políticos, algunos de tinte antisistema; y, exacerbación de las posiciones independentistas en Cataluña. Sin embargo, es en los momentos de crisis cuando más necesarios son los puntos de acuerdo. El que haya Pacto de Estado va a depender de dos cosas: el que se aproveche el momento de oportunidad política que pueda surgir para el mismo; y que las propuestas desde el sector sean razonables, posibilistas y viables. Creemos que las que hacemos en el libro reúnen estas características.