Senegal

La nueva vida de Abdou, el niño llegado de Senegal con la cara deformada por un tumor

Abdou y el doctor Solís antes de la cirugía
Abdou y el doctor Solís antes de la cirugíalarazon

Abdou llegó a españa el pasado mes de septiembre para someterse a una operación imposible en su país. El niño tenía la cara deformada por un tumor benigno, que además de haber afectado a la fisonomía cada vez le hacía más difícil alimentarse. Tras 4 horas en los quirófanos del Hospital Nisa 9 de Octubre de Valencia concluyó la primera de las tres o cuatro operaciones a la que este niño senegalés deberá someterse para volver a tener su aspecto normal, El sufrre una displasia fibrosa monostótica, “un tumor benigno que, en el caso de Abdou, crecía desde hace años hasta el punto de producir una marcada asimetría facial como resultado de una deformidad por el crecimiento continuo del tumor”, explica en la página web del centro el doctor Ignacio Solís, cirujano maxilofacial del Hospital Nisa 9 de Octubre, responsable de la operación.

La displasia fibrosa es una patología benigna rara que produce un reemplazo gradual del tejido óseo por tejido fibroso inmaduro, produciéndose alteraciones óseas estéticas y funcionales. El crecimiento del tejido fibroso es lento pero continuo, produciendo un aumento del volumen en el hueso afectado. Su evolución hace que se vayan perdiendo los contornos óseos normales, con expansión, distorsión y debilitamiento estructural.

La evolución de la displasia fibrosa y su capacidad de afectar al tejido óseo todavía no maduro, como es el caso de Abdou, obliga a un seguimiento quirúrgico a lo largo del crecimiento del paciente, ya que las consecuencias de resecar el tumor en edades no maduras puede tener consecuencias nefastas. Así pues, Solis adelanta que “Abdou tendrá que someterse a dos o tres intervenciones quirúrgicas más; todavía, hasta su edad adulta, no podemos controlar el tumor con una remodelación ósea. Una vez el niño finalice su crecimiento, si el tumor deja de crecer (situación que ocurre con frecuencia en las displasias fibrosas), lo operaremos para esculpir el hueso definitivamente; si sigue creciendo, el manejo del tumor será su resección y reconstrucción, creando una nueva mandíbula”.

Abdou viajó más de 3.000 kilómetros para recibir un tratamiento que en Senegal es imposible. “No se dispone ni de los medios ni de profesionales cualificados”, afirma Eduardo Greses, vicepresidente de la Asociación GUP, entidad que ha volcado esfuerzos para traer al menor tras ser testigos durante dos años de la evolución de su enfermedad en el centro educacional puesto en marcha por esta asociación en Senegal.