Investigación científica
«La segunda opinión en oncología es un derecho del paciente»
10 preguntas al Dr. Javier Cortés Director del Instituto Oncológico Baselga (IOB) Madrid en el Hospital Ruber Internacional y en el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Quirónsalud
1-¿De qué forma la llegada del Instituto Oncológico Baselga (IOB) refuerza la posición de la oncología madrileña?
El IOB es un grupo de oncólogos de prestigio y referencia internacional liderado por Josep Baselga, actual director médico del Memorial Sloan Kattering Cancer Center en Nueva York. Lo que se intentó desde su origen es hacer una oncohematología en la que, centrada en el paciente, se pudiera aunar el prestigio académico/científico con la excelencia clínica. Al paciente se le intenta ofrecer lo mejor en cada momento, independientemente de dónde, y creo que esto nos diferencia de cualquier otro grupo. Hoy en día, en oncología hay muy buenos médicos y tratamientos, pero al paciente no siempre se le ofrece lo mejor, sino que se tienen en cuenta otros muchos aspectos. Nosotros creemos que la mejor forma de ayudar a nuestros pacientes es hablarles con sinceridad, darles las mejores opciones terapéuticas y, si éstas no están disponibles, ofrecerles alternativas para poder conseguirlas, estén o no en España.
2- Desde el IOB, ¿el acceso a los últimos avances científicos y tecnológicos está garantizado?
Si no lo podemos dar nosotros, lo que le garantizamos al paciente es que le pondremos en las manos de quien pueda darlo. Es decir, nosotros le vamos a ofrecer al paciente lo mejor que haya en cada momento, lo tengamos o no. Un ejemplo es que hace unos años mandamos a un paciente a Japón porque el mejor tratamiento sólo estaba aprobado allí –consideramos que era la mejor opción y, a día de hoy, sigue vivo, haciendo una vida normal cuando se le habían dado pocos meses de vida. Era un tratamiento de inmunoterapia.
3-Dentro del grupo Quirónsalud, ¿por qué decidieron ubicar el IOB en el Rúber Internacional y en el Rúber Juan Bravo?
El modelo IOB en Barcelona funcionaba muy bien y nos hemos posicionado como el grupo de oncología de más prestigio privado de Europa. Teníamos la inquietud de dar un salto a Madrid porque creemos que se necesita una oncología integral. En algunos sitios, tanto en la medicina pública como en la privada, hay una buena oncología, pero creemos que hay un déficit muy importante en la mayoría de los sitios. Hablamos con el grupo Quirónsalud, nos abrieron las puertas de par en par y se pusieron a favor para intentar hacer un grupo de oncología de prestigio contando con algunos grandes profesionales que ya había. Lo que queremos es hacer una oncología integral en unos hospitales que creemos que son un referente a nivel privado en Madrid.
4- El Hospital Ruber Internacional es el único centro europeo en el cual se encuentran congregados los últimos equipos de diagnóstico. ¿De qué forma los complementa?
La oncología es una especialidad multidisciplinar por definición. Hay muchos tipos de cáncer y necesitamos de muchos profesionales con distintas especialidades para poder hacer una oncología de nivel. Necesitamos no sólo una tecnología potente, si no un grupo de médicos potentes, y no es fácil encontrar un hospital que pueda proporcionar todas estas facilidades.
5-¿Al igual que el IOB en Barcelona también va a haber unidades específicas de cada tumor?
Nosotros no entendemos la oncología si no es por la «superespecialización». Existen cerca de 300 revistas de oncología, cada año se pubilcan decenas de miles de artículos y, por tanto, es imposible estar al día de todo. Sin embargo, sí intentamos estar al máximo posible en cada una de las patologías y, para ello, tenemos personal involucrado en cada tipo de tumor. Hay que tratar a los pacientes en cuya patología seamos expertos y nos caracterizamos por ello. Nuestros pacientes se van a ir con la tranquilidad de que lo que hacemos está reconocido a nivel mundial. Por poner un ejemplo, al ser un grupo de referencia a nivel internacional en cada una de las distintas patologías, nos llegan pacientes remitidos específicamente por los mejores especialistas tanto de Estados Unidos como de Europa para continuar los cuidados oportunos en nuestros centros.
6- ¿Les llegan muchos pacientes para pedirles una segunda opinión?
La segunda opinión en oncología es un derecho del paciente y, desde nuestro punto de vista, es también una necesidad. Al contrario de lo que pudiera parecer, hay una gran disparidad de opiniones y tratamientos, y en muchas ocasiones las recomendaciones no son adecuadas. Hay grandísimos profesionales en nuestro país, pero muchas veces la orientación terapéutica no es la más adecuada. Y hemos de tener en cuenta que el cáncer se puede curar, pero muchas veces no da segundas oportunidades. Por tanto, la segunda opinión es necesaria y si hay discrepancia el paciente debería, incluso, pedir una tercera opinión.
7-¿Qué papel va a jugar la investigación?
La investigación clínica debe formar parte de la estrategia terapéutica contra el cáncer. Si echamos un vistazo a los mejores hospitales del mundo de oncología, en todos ellos existen programas potentes de investigación clínica. En el IOB, no solamente no creemos en la investigación, sino que es uno de nuestros pilares fundamentales. Un ejemplo de ello es que, de los últimos cuatro fármacos aprobados en Europa en cáncer de mama, tres han sido liderados por oncólogos del IOB. No sólo hacemos investigación clínica, sino que la lideramos y éste es el punto diferencial con otros grupos.
8-¿Sigue siendo una aspiración el concepto de medicina personalizada?
Ese concepto nunca me ha gustado, prefiero hablar de medicina de precisión. La medicina siempre es personalizada. Al igual que damos antibióticos específicos para bacterias específicas, hemos de intentar dar a cada paciente el tratamiento oncológico más preciso, pero esto exige un mejor conocimiento de la biología molecular de los tumores. Hay centros donde se secuencian los tumores de la gran mayoría de los pacientes que tiene metástasis (muchas veces mediante biopsias líquidas, es decir, muestras obtenidas de la sangre de los pacientes), aunque es importante señalar que se realiza con fines de investigación, generalmente. En un futuro cercano, esto será una realidad para el tratamiento de muchos de nuestros pacientes.
9- Hay dos momentos especialmente complicados para el paciente con cáncer: el del diagnóstico y la fase de tratamiento. ¿Cómo se deberían abordar?
Esto es como un vaso de agua. Decir que está medio lleno no es mentir al paciente, como tampoco lo es decir que está medio vacío. Hay que ser positivos y el médico tiene que ser optimista, realista y sincero. El momento más difícil es cuando deja de haber tratamientos activos y esto hay que afrontarlo, pero no significa que no se pueda hacer nada por el paciente.
10- En muchos casos los pacientes no llegan a curarse. ¿El cáncer podría llegar a considerarse como una enfermedad crónica?
Creo que muchos pacientes van a dejar de morirse de cáncer el los próximos años. Cuando uno habla de cronificación habla, por ejemplo, de hipertensión arterial, artritis, diabetes... y no es un fallo de la medicina el no poder curar una enfermedad. Lo importante es que el paciente deje de morirse por esa causa. Cada vez hemos conseguido cronificar más el cáncer. Hay pacientes que se morían hace cinco años y hoy no; todavía falta mucho, pero vamos por buen camino. Sin embargo, hay que trabajar intensamente en dos frentes: más y mejores tratamientos, esto pasa indiscutiblemente porque los fármacos se aprueben antes –y se puedan utilizar una vez se hayan aprobado, sin tantas trabas administrativas– y que la investigación clínica sea una realidad para todos los pacientes que la precisen.
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