Los madrileños se pierden las mejoras de la Ley de Farmacia

Mientras que esta semana se daba luz verde a una serie de normas para la constitución de tres nuevas universidades privadas en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, la consensuada Ley de Farmacia se quedó fuera esta legislatura. Las voluntades políticas no han existido, pese a que desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), el Consejo General de Enfermería y Satse (su sindicato profesional) se sentaron para ponerse de acuerdo.

Como explicó Luis González, presidente de COFM, en rueda de prensa, «las farmacias son establecimientos sanitarios privados de interés público. Tienen concertados una serie de servicios y están capacitados por normas y conciertos para desarrollar actividades asistenciales que dan respuesta, en colaboración con el personal sanitario de los centros de salud, a las distintas demandas de la población, en concreto los pacientes que presentan vulnerabilidad sanitaria que, en la mayoría de los casos, coinciden con personas mayores y dependientes domiciliarios». Por todo ese papel que desempeñan en la sociedad, González lamentó que las mejoras que se introducirían con la Ley de Farmacia en la región de Madrid deban esperar a la constitución de la nueva legislatura.

Así, este proyecto, que inició su andadura en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid en abril de 2018, y que ha tenido sus altos y bajos, deberá esperar a una nueva oportunidad tras las elecciones para poder cambiar el procedimiento de nuevas aperturas de farmacias.

Los gallegos sí

El Gobierno gallego ha dado luz verde este jueves el proyecto de reforma de la Lei de Ordenación Farmacéutica de 1999, que garantizará la dispensación de medicamento en zonas menos pobladas con la posibilidad de que las farmacias puedan abrir establecimientos anexos a estas en parroquias o poblaciones de «difícil acceso» o donde no haya boticas. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explicó que la normativa prevé «garantizar» esta prestación a todos los municipios.

La reforma de la ley pedirá que estos establecimientos respeten una distancia mínima de 250 metros de los centros de salud – salvo en zonas con una única farmacia – y negará la cesión de espacios de los locales a terceras personas y la entrega de regalos de cortesía a los clientes – a excepción de muestras gratuitas –. Entre otras medidas del proyecto, se incluye la posibilidad de la venta de medicamentos sin prescripción y de productos de parafarmacia a través de internet, además de la regulación de la entrega a domicilio en situaciones «excepcionales que no puedan desplazarse», o la anulación «automática» de los concursos de traslados de los farmacéuticos si a causa del mismo se deja «sin prestación» a un municipio.

MEDIDAS QUE NO VERÁN LA LUZ

- La inclusión de las Unidades de Radiofarmacia.

- A las secciones de Nutrición y Dietética se podrían añadir nuevas sin tener que acudir a trámite parlamentario.

- El personal contratado en la botica (adjuntos) podría desarrollar actividades que hasta ahora estaban relegadas al titular-propietario de la farmacia.

- Los sistemas personalizados de dosificación (SPD) quedan recogidos en desarrollo de norma del Estado.

- Coordinación institucional entre los distintos niveles asistenciales del sistema sanitario: participación de las farmacias en campañas sanitarias; colaboración en la detección y la prevención de problemas con fármacos.

- Flexibilización de los horarios, con unos mínimos ordinarios y flexibles.

- El número de habitantes se vería incrementado a 3.000 y la fracción a 2.000.

- Colaboración de las oficinas de farmacia con el Servicio Madrileño de Salud para concertar a través del COFM, como representante legal de la profesión.

- Reordenación de las Unidades de Farmacia de atención primaria, con mejoras en la hospitalaria.