Más gastos con el mismo presupuesto

El plan presupuestario que el Gobierno ha enviado a Bruselas tras el acuerdo alcanzado con Podemos no dibuja un panorama nada halagüeño para la Sanidad español

El plan presupuestario que el Gobierno ha enviado a Bruselas tras el acuerdo alcanzado con Podemos no dibuja un panorama nada halagüeño para la Sanidad española. A pesar de las proclamas de esta formación y del PSOE cuando se encontraban en la oposición, el Sistema Nacional de Salud mantendrá congelado el presupuesto durante 2019. El plan que tiene que analizar la Comisión Europea revela en concreto que el gasto que realizarán todas las administraciones por este concepto será de un 6% del PIB el próximo año, exactamente el mismo porcentaje que en 2018. ¿Podrá resistir las tensiones financieras? Podría hacerlo como otros ejercicios a pesar de la llegada de fármacos y tecnología revolucionarios pero más caros, y de una población un año más envejecida. Pero se encontrará además sometida a factores de gasto creciente añadidos. Uno es la supresión progresiva de los copagos, cuyo coste podría ascender a 600 millones de euros. Otro es la universalización de la asistencia, de cuyo coste no se ha hablado, como tampoco del efecto llamada que provocará entre la población extranjera. Y el último procederá de la «reversión» de la gestión privada al sistema público. Pese a ser obviada en el plan presupuestario para no espantar a los inversores, es clara la voluntad de PSOE y Podemos de llevarla a término. Si se acometiera sólo en Madrid, el coste sobrepasaría ampliamente los 1.000 millones. ¿Quién paga esto?