Ibiza ha sido durante décadas sinónimo de verano, fiesta, playas infinitas y un imán para turistas internacionales, especialmente del Reino Unido. Sin embargo, algo empieza a cambiar. Cada vez más visitantes —y los propios residentes— se preguntan si la isla puede seguir soportando el peso de la masificación turística sin ver comprometida su identidad, su entorno natural y su calidad de vida.

La creciente presión sobre los destinos turísticos más populares ha generado una reacción en cadena. Las manifestaciones contra el exceso de visitantes, los alquileres disparados y la pérdida del carácter local han comenzado a hacer ruido no solo en España, sino también en el extranjero. Tanto es así que medios británicos, como el influyente Daily Mail, han comenzado a advertir a sus lectores sobre los riesgos de viajar a ciertos lugares este verano.

En un artículo publicado este domingo, el Daily Mail identifica siete destinos turísticos españoles tradicionalmente muy frecuentados por británicos que podrían estar "al límite" debido a la afluencia de turistas. A cambio, propone siete alternativas más tranquilas y sostenibles. Uno de los casos más destacados es el de Ibiza y Formentera: el diario sugiere cambiar la famosa isla blanca por su hermana menor, Formentera.

"Una versión más exclusiva del Mediterráneo"

“Cuando la temperatura sube, la hermana pequeña de Ibiza, Formentera, ofrece a los visitantes que saben la oportunidad de ignorar el turismo de masas y disfrutar de una versión más exclusiva del verano mediterráneo”, señala el artículo. La propuesta no sorprende a quienes conocen el encanto de la pequeña isla: aguas cristalinas, playas poco saturadas, gastronomía local y una atmósfera relajada que contrasta con el bullicio de Ibiza en plena temporada alta.

Además del caso de Ibiza y Formentera, el medio británico también sugiere evitar otras zonas muy visitadas como Madrid, Barcelona, Mallorca o el sur de Tenerife, y optar por alternativas como Segovia, Toledo, Murcia o Tenerife Norte. El mensaje es claro: se busca una forma de viajar más consciente y menos invasiva.

Un modelo turístico sostenible y controlado

En Ibiza, la reflexión ya está en marcha. Las autoridades locales, empresarios y vecinos discuten desde hace tiempo cómo equilibrar el peso del turismo con la sostenibilidad y el bienestar de quienes viven en la isla todo el año. Mientras tanto, Formentera se presenta como un ejemplo de modelo turístico controlado, con restricciones al acceso de vehículos en verano, protección del entorno natural y una oferta más calmada y de calidad.

Si bien Formentera no es un secreto, su capacidad limitada la ha mantenido al margen de la masificación que afecta a otros rincones del Mediterráneo. Quizás por eso ahora se convierte en el nuevo destino ideal para los viajeros británicos que buscan sol, mar y tranquilidad sin renunciar a la belleza del entorno.

Para el resto, esta puede ser una buena oportunidad para repensar el turismo y poner sobre la mesa qué tipo de viaje queremos hacer y qué tipo de lugares queremos preservar, tanto dentro de España como a nivel internacional.