Turismo
Mallorca bajo tierra: el fascinante mundo de sus cuevas subterráneas
Las cuevas del Drach son, con diferencia, las más famosas de la isla, pero no las únicas de la balear
Algo que desconocen muchos visitantes e incluso algunos residentes de Mallorca es que, bajo su superficie, la isla esconde un mundo subterráneo. Cavernas inmensas, lagos ocultos y formaciones rocosas de formas imposibles crean un espectáculo natural que invitan a explorarlas.
Algunas de estas cuevas están abiertas al público y se han convertido en auténticas joyas turísticas, mientras que otras siguen siendo un misterio reservado para los más aventureros.
Cuevas del Drach, un viaje a otro mundo
Si hay una cueva que casi todo el mundo conoce en Mallorca, esa es la de Drach, en Porto Cristo. Su gran tesoro es el Lago Martel, uno de los mayores lagos subterráneos del mundo, donde los visitantes pueden disfrutar de un concierto de música clásica en directo mientras navegan en una barca sobre sus aguas cristalinas. La iluminación tenue y las impresionantes formaciones de estalactitas crean una atmósfera mágica que hace que el tiempo parezca detenerse.
Cuevas de Artà, gigantes de piedra
Ubicadas en un acantilado frente al mar, las Cuevas de Artà son un espectáculo de la naturaleza. Sus salas de techos altísimos y columnas de piedra de más de 20 metros de altura dan la sensación de estar dentro de una catedral subterránea. No es de extrañar que hayan inspirado leyendas y cuentos. Los guías, con su entusiasmo, hacen que la visita sea aún más emocionante, contando historias sobre el origen de las formaciones y las antiguas civilizaciones que encontraron refugio en ellas.
Cuevas de Campanet, un rincón tranquilo
Si buscas una experiencia más íntima y sin aglomeraciones, las Cuevas de Campanet son una excelente opción. Escondidas en la Serra de Tramuntana, estas cuevas son menos turísticas, pero igual de impresionantes. Aquí todo se siente más cercano y auténtico: los visitantes pueden pasear entre formaciones milenarias sin prisas, disfrutando del silencio y la sensación de estar en un lugar casi virgen. Además, en su interior se han encontrado restos fósiles de una cabra prehistórica que habitó la isla hace miles de años.
Cuevas de Génova, un secreto en la ciudad
Para quienes no quieren alejarse demasiado de Palma, las Cuevas de Génova son una opción perfecta. Son más pequeñas que las anteriores, pero tienen el encanto de estar escondidas en plena ciudad. Descubiertas en 1906, su recorrido de galerías estrechas y salas subterráneas revela una explosión de colores gracias a los minerales incrustados en las rocas. Es un plan ideal para una escapada diferente sin necesidad de grandes desplazamientos.
Un tesoro bajo nuestros pies
Las cuevas de Mallorca son mucho más que simples agujeros en la roca. Son testigos de la historia de la isla, escondites de antiguas civilizaciones y escenarios de experiencias inolvidables. Ya sea para los amantes de la aventura o para quienes solo buscan un momento de asombro, explorar estas maravillas naturales es una de esas cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida.