Ayuntamiento de Madrid
¿Conseguirán asaltar los cielos?
Si algo no se le puede negar a la Alcaldesa de Madrid es su capacidad imaginativa para lograr una “ciudad galáctica”, aunque estoy segura de que mucho más le gustaría mejorar el mundo entero, no existen las fronteras para ella.
Nos quejábamos de sus ceniceros plegables que regalaba entusiasmada a los deportistas, de sus ceniceros callejeros, que invitaban a apoyar al Real Madrid o al Atlético de Madrid con los restos del tabaco; de su intento de venderbotellas vacías decoradas con el lema “bebe agua de Madrid” que invitaban a ser rellenadas con el agua de las fuentes; de pretender decorar las servilletas de los bares y así podríamos seguir hasta llenar hojas y hojas. En estos días podemos decir que se está superando a sí misma. Jose Luis Martinez Almeida, portavoz del Grupo Municipal Popular, afirmaba esta Primavera, al cumplirse los dos años de mandato, que había sido el tiempo de las “Carmenadas”, ahora podemos decir, sin la más mínima preocupación de faltar a la verdad, que el Otoño ha inspirado a nuestra Primera Edil y le ha ayudado a gestar nuevas ideas para mejorar la vida de los madrileños, que vivimos, parece ser, en Babia y debemos ser guiados en el curso de nuestra marcha incluso. Mientras tanto lidera un gobierno sin coherencia interna, embarcado en una guerra de sucesión, que no se ocupa de los problemas reales de “la gente” y que no deja de pensar en cómo dirigirnos la vida a todos nosotros, los ciudadanos.
Con la idea de modernizarnos, ha decidido cambiar el color delluto. Si tradicionalmente el color negro es asociado al luto en Europa, pues lo vamos a cambiar por el blanco para unirnos a los rituales budistas del Japón, China o India, que como todos bien sabemos son culturas muy cercanas a las nuestras. No sé cómo no lo habíamos pensado antes porque de esta manera tendremos una nueva proyección de la cultura funeraria tan importante para entender las civilizaciones. Que para nosotros el blanco tenga otro significado, más vinculado a la pureza o a la paz, no importa nada cuando hay que apuntarse a “lo moderno”. Así que la funeraria municipal va a cambiar el color de la flota de coches para que sean blancos y punto. No se hable más.
Otra idea, no menos creativa, es el nuevo plan de movilidad peatonal para el periodo navideño con calles de una sola dirección para los peatones. Ni que decir tiene las sonrisas, los chistes y el movimiento en las redes sociales que ha provocado la nueva invención. No se habla de otra cosa en la Villa y Corte, es que no entendemos nada, lo hace para evitar aglomeraciones en el Centro de la ciudad y facilitarnos la vida. Ya solo nos faltaba que nos mandasen por dónde y cómo caminar. Prohibir las estufas de las terrazas, es otra de sus metas, ya tenemos a los hosteleros enfadados con la medida y reclamando ayudas económicas para poder realizar el cambio y así sucesivamente.
Otro asunto curioso es, que cada dos por tres, tenemos un protocolo nuevo de contaminación que provoca más atascos y más movimientos de vehículos que disminuye, consecuencia: más contaminación. En vez de construir aparcamientos disuasorios, como anuncian periódicamente, se dedican a marear a los conductores que desconocen la víspera con qué tipo de panorama se van a encontrar al día siguiente.
¡Si! en la Junta de Retiro nuestra Alcaldesa ha permitido retirar la bandera de España, que debe presidir el Salón de Plenos, para poner en su lugar la bandera republicana. Todo en un acto titulado “Perspectivas republicanas: desde Europa a los ayuntamientos”. Peor aún, se ha abstenido en el Pleno en una proposición presentada por el Grupo Popular para apoyar el Estado de Derecho en España y a su Constitución. Si los miembros de la oposición estamos cada día más perplejos y no sabemos ya qué esperar, no quiero imaginar que pensarán los ciudadanos de Madrid , sobre todo qué sentirán cuando ven cada día más inconvenientes en su ciudad, mientras el gobierno municipal no se dedica a los problemas cotidianos. Sería importante que la Alcaldesa bajase a la realidad terrenal desde los cielos que pretende conquistar.
No quiero ni pensar en el año y medio que nos queda de mandato, ni en lo que nos puede ocurrir una vez que la Alcaldesa deje de dar vueltas al mundo, las maquinas electorales se pongan en marcha con toda su potencia y se empiecen a elaborar los programas de los partidos para los siguientes cuatro años. Queridos convecinos, me temo lo peor y no soy persona pesimista. De momento ya se acerca la Navidad y comienzan las polémicas sobre la instalación de Belenes, una verdadera pena después de lo ocurrido el pasado año en el que los vecinos tuvieron que aportar sus propios belenes en señal de protesta. Que nuestra Alcaldesa siga en sus trece e impida que se coloque en Belén en la emblemática Puerta de Alcalá es realmente incomprensible. Así andamos... recibiendo insultos, ayer en el Pleno los populares éramos “sicarios”, ofensa que no retiraron los socialistas y con una política-veleta, que varía según el viento y que no ejecuta, entre otras, las políticas sociales más necesarias. Les hablaré del asunto la próxima semana.
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