El absurdo pulso de Pedro Sánchez

Por Luz Trujillo

La ambición siempre apunta alto, pero no es menos cierto que eso no elimina la estulticia; muy al contrario, la hace peligrosa. Si no que se lo digan al Partido Socialista, cuyo líder Pedro Sánchez parece que vive en un mundo irreal. Incapaz de reconocer ni uno sólo de los errores que ha cometido durante su gestión al frente de la Secretaría General, ha puesto a su partido en el disparadero con un nuevo varapalo electoral cuando parecía que ya no se podía caer más bajo.

El PSOE hace mucho tiempo que no sabe si viene o si va o todo lo contrario; es fácil llegar a esa conclusión visto cómo se ha desarrollado la reunión del pasado Comité Federal, donde lo único que dejó claro el líder socialista es su negativa por tres veces, cual san Pedro a Jesucristo, de formar parte de una gran coalición. Una práctica común ésta, que se da en algunos países europeos y que demuestra madurez política y sentido de Estado. Además, serviría para acometer las reformas que tanto pregona, o, por el contrario, para posibilitar con su abstención un gobierno del Partido Popular, que es la única formación que ha sido capaz de remontar sus resultados en estos segundos comicios, un dato que no debería pasar desapercibido para el líder socialista si sus intereses personales y los de sus acólitos no estuvieran por encima de los intereses de España.

Pasar a la oposición permitiría recomponer un partido que a todas luces hace aguas, pero como el poder es el afrodisiaco más potente y Sánchez representa el espíritu de un partido socialista en donde no existe más proyecto que gobernar, da igual con quién o cómo siempre que no lleve las siglas PP, se antoja complicado una cesión elegante de buenas a primeras. Este posicionamiento negativo puede abocarnos a unas terceras elecciones, ya que seguiríamos viviendo el día de la marmota.

Lo grave es que desde la dirección de Ferraz es algo que barajan como posible porque evitaría por el momento que los secretarios generales de las federaciones no pancatalanistas, críticos con su gestión, le muevan el sillón.

Habrá que esperar el movimiento de fichas de las diferentes federaciones socialistas que en absoluto contemplan el advenimiento de unos nuevos comicios, pero la nebulosa declarativa,con andanadas irónicas y desafiantes de Pedro Sánchez después de reunirse con el presidente del gobierno en funciones Mariano Rajoy, deja la puerta abierta a escenarios dispares.

Y es que como dice el refrán quien con niños se acuesta amanece mojado.