Ayuntamiento de Madrid

La verdad sobre la deuda de Madrid

La verdad sobre la deuda de Madrid
La verdad sobre la deuda de Madridlarazon

Por Luis Lorente

En estos últimos días he visto titulares en los medios de comunicación que decían “Carmena reduce la deuda en 1.000 millones en un año”, y ante afirmaciones como esa yo creo que habría que matizar varias cuestiones, porque eso da a entender que gracias a la maravillosa gestión de Ahora Madrid, la deuda se reduce. Antes de entrar a eso, solo un pequeño comentario. Leyendo titulares así o escuchando a gente como a Cifuentes en el debate sobre el estado de la región, parece que las cosas se pagan con el dinero de Carmena o de Cifuentes. No, se pagan con presupuestos que se financian entre otras cosas, con impuestos y tasas que pagan cada uno de los ciudadanos. Dicho esto, paso a comentar.

Es cierto que Gallardón fue una calamidad para la ciudad. En 2003 la deuda de la ciudad era de 1.455 millones de € y 470 € por habitante. En 2007, al finalizar su primer mandato la deuda era de 6.039 millones de € y 1.928 € por habitante. En 2010, la deuda era 6.453 millones de € y 1.972 € por habitante. Subió el IBI hasta límites insospechables, y aplicó tasas como la de basuras, la de vados, la de Vehículos, etc. Subió impuestos y tasas. Pero ya en época de Ana Botella, el ayuntamiento fue intervenido por el ministerio de hacienda (2012). Desde ese momento, están los planes plurianuales impuestos por el ministerio que obliga cada año a reducir la deuda. Y en especial la reducción de la deuda ha sido tan drástica desde 2012, porque el ayuntamiento de Madrid llegó a concentrar casi la mitad de lo que debía el total de los ayuntamientos (creo recordar que en 2013 se llegó a esa situación). Es decir, el ayuntamiento está obligado a aplicar planes de reducción de la deuda. Con Botella y con Carmena.

Por otro lado, hay que analizar las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS). Además de los presupuestos, están las IFS que van destinados a invertir en los distritos (ej. arreglar una vía, o mejorar un centro público). En este año eran 266 millones las IFS. Cuando uno no ejecuta ese gasto (por el motivo que sea), el ayuntamiento está OBLIGADO a dedicarlo a deuda. Y por incompetencia/inexperiencia/ineficacia, muchos de los proyectos de las IFS no los han podido ejecutar, y ese presupuesto va a deuda. ¿Eso qué significa? Que por ejemplo, en mi distrito, Salamanca, no se van a acometer la reforma de TODAS LAS VÍAS CICLISTAS que estaba comprometido. O que el solar que está hecho una porquería del centro municipal Buenavista, seguirá igual (aunque esto daría para un libro entero). Pues todo ese dinero va a deuda, insisto, así lo marca la legislación no es que quieran. Pero ese dinero va a deuda a costa de invertir en los distritos.

En definitiva, hemos pasado de la austeridad “por convencimiento”, a la austeridad “por ineficacia de no ejecutar las cosas previstas”.