Oftalmología

Todo lo que tienes que saber de las “moscas volantes” que aparecen en los ojos

Por el Dr. Nabil Kamel Ragai, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud San José.

Todo lo que tienes que saber de las “moscas volantes” que aparecen en los ojos
Todo lo que tienes que saber de las “moscas volantes” que aparecen en los ojoslarazon

¿Has tenido alguna vez la sensación de ver pequeños puntos o hilillos negros? A veces, leyendo o cuando miramos a un punto fijo, aparecen en nuestro campo visual pequeños puntos o manchas con diversas formas y que pueden llegar a ser de lo más molestos. El Dr. Nabil Kamel Ragai, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud San José, nos explica en qué consisten, porqué se producen y cuál es su tratamiento.

¿Qué son las llamadas “moscas volantes”?

Las moscas volantes son opacidades del vítreo que, cuando pasan por el eje visual, las vemos pasar como si fuesen moscas. Las notamos más sobre todo cuando hay mucha luz o sobre superficies blancas (por ejemplo, leyendo).

¿Por qué se producen?

Se producen frecuentemente por desprendimiento del vítreo posterior (DVP), una sustancia gelatinosa entre el cristalino y la retina, como si el vítreo al despegarse de la pared trajese un poquito de cal. Cuando se desprende el vítreo de la pupila pierde su transparencia y su forma semilíquida y es entonces cuando las fibras de colágeno presentes en el mismo se colapsan y se agrupan, creando una mosca volante en forma de un anillo (anillo de Weis) que puede llegar a resultar muy molesta.

¿Porqué aparecen? ¿Es algo frecuente?

Sí, son frecuentes con la edad debido a que los tejidos tienden a degenerarse, y también son más frecuentes en las personas que padecen miopía.

¿Existen diferentes modalidades o siempre se produce igual?

Existen diferentes formas y tamaños, e incluso pueden aparecer como una especie de cortina o telaraña. De hecho, en un estado avanzado puede ocurrir que el humor vítreo se separe por entero de la retina, produciendo un desprendimiento de vítreo posterior, lo que ocasiona un aumento de las moscas volantes o miodesopsias en número y tamaño.

Aparte de incómodas, ¿tiene algún efecto negativo sobre la visión?

En principio, no. Una vez que hemos evaluado la periferia de retina y no hay lesiones, entonces no tienen ningún significado patológico. En algunos casos pueden ser un síntoma de un desgarramiento de la retina, en cuyo caso sí que tendríamos un problema más serio. Si de pronto si notamos un aumento repentino y notable en el tamaño, en la cantidad de las moscas volantes o una repentina aparición de destellos de luz o centelleos, sí que es recomendable acudir al oftalmólogo para que nos haga una revisión y descarte patologías que pudieran comprometer nuestra visión.

¿Se pueden tratar?

Sí, actualmente hay un láser YAG específicamente para esta patología. Se trata de un tratamiento no invasivo, ambulatorio e indoloro que pone fin al impedimento en la visión que causan las moscas volantes.

¿En qué casos estaría indicado este tratamiento?

Especialmente cuando son grandes, dificultando la visión y/o la lectura. De la aplicación de este láser se pueden beneficiar quienes hayan experimentado un desprendimiento de vítreo posterior o quienes presenten opacidades de un tamaño considerable con bordes suavizados y alejados de la retina y el cristalino. En el caso de pacientes menores de 45 años, con opacidades vítreas microscópicas a menos de dos milímetros de la retina, no lo recomendamos. Es un tratamiento que no requiere de ninguna preparación previa, únicamente dilatar la pupila y un estudio oftalmológico previo.

¿Cómo se trataban antes?

Habitualmente con medicación poco efectiva y, en casos muy concretos, mediante vitrectomía 25G, cirugía invasiva no exenta de riesgos, como infección intraocular, sangrado postoperatorio, que puede ocurrir en casos de vasculopatías diabéticas, desprendimiento de retina o aumento de la presión ocular o catarata, especialmente en pacientes que tienen edad avanzada.

¿Está contraindicado este tratamiento en algún caso?

Únicamente cuando hay patología periférica retiniana, en hipertensión ocular que provoquen daños en el nervio óptico, y en moscas volantes situadas a menos de 200 micras de la retina o del cristalino.