España

Diplomacia de diplomáticos

Ignacio Ybáñez, embajador de España en Rusia y el presidente ruso, Vladímir Putin
Ignacio Ybáñez, embajador de España en Rusia y el presidente ruso, Vladímir Putinlarazon

La labor que puede hacer un buen Embajador con su participación en la sociedad del país en el que está destinado es innegable, pero no sólo eso. Hacer unas declaraciones a un medio de comunicación o un acto como la presentación de Cartas Credenciales puede ser clave a la hora de trasmitir una mensaje o una idea.

Así, El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió las cartas credenciales del embajador de España en Rusia, Ignacio Ybáñez (ver foto), en una ceremonia en el Kremlin. Durante el acto el líder ruso destacó que Rusia y España están unidas por lazos de simpatía mutuos. Acerca de las relaciones bilaterales con España, que acaban de cumplir 40 años desde su restablecimiento en 1977, dijo esperar que sigan desarrollándose a pesar de la actual coyuntura, en alusión a las tensiones con la Unión Europea y recordó que ya hace 350 años que España y el imperio ruso intercambiaron a sus primeros embajadores.

"El problema de Cataluña es, por supuesto, un asunto interno de España", afirmó Putin, quien reconoció, no obstante, que en Rusia están "preocupados"por la situación creada por el referéndum de independencia celebrado el pasado 1 de octubre, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional español. "Esperamos que España pueda superar esta crisis", agregó el presidente ruso.

Ahora ha sido el Embajador Korchagin quién ha tenido que intervenir en una agencia rusa. "Existen diversas manifestaciones de populismo, la más habitual es un político que esgrima lemas fustigantes e impactantes pero que, generalmente, son inviables. Pero también hay populistas entre los periodistas, pues el rasgo distintivo de todo populista es proponer una solución fácil, incluso primitiva y, por lo tanto, imposible, a un problema complicado". Es "lamentable"la actuación de "ciertos periodistas españoles", ya que pretenden "achacar la génesis de la complicada crisis catalana a una inferencia rusa". Es evidente lo peligroso que es semejante enfoque, pues intenta despistar a la opinión pública y a los políticos encargados de tomar decisiones de importancia nacional, así como distraerlos de la complicada y meticulosa labor para resolver el grave problema que enfada la nación amiga de España", ha subrayado.

Una vez más la diplomacia sirve para entendernos más y mejor. Quién quiera, que escuche.