Discapacitados
La Alhambra se eleva
El renacentista palacio de Carlos V, construido en el interior del recinto de La Alhambra y que levanta en sus visitantes un sentimiento confrontado por la grandiosidad de una construcción metida con calzador en el monumento nazarí, es la primera zona de toda la colina accesible prácticamente al 100 por cien para personas con movilidad reducida.
De planta cuadrada con un patio circular en su interior y de dos alturas, comenzó su construcción al “estilo romano” en 1527 por orden de Carlos I en una época en la que nunca se oyó hablar de accesibilidad en sus edificaciones al igual que sus antecesores mozárabes, romanos, celtas, románicos, o medievales, todos protagonistas de un gran legado patrimonial, hoy día nuestra riqueza, y que en España atrae a millones de turistas al año.
Pero los siglos pasan, la historia se reinventa, los seres vivos se adaptan al medio para sobrevivir y el patrimonio corre el riesgo de quedarse desfasado al no poder ser disfrutado por todos. Por esto la importancia de aunar criterios entre los responsables de gestionar la accesibilidad de ciudades y municipios con las tan inamovibles comisiones de patrimonio para poner en valor la riqueza patrimonial disponible para todos. La primera barrera para cualquier intervención es la falta de sensibilización y el desconocimiento. Los técnicos son reacios en exceso a permitir la más mínima intervención en todo el patrimonio sobre el que se ha pronunciado la Unesco. Una excusa más.
Sólo hay que salir de nuestras desaparecidas fronteras y observar, por ejemplo, cómo actuaciones puntuales en los majestuosos castillos del Loira en Francia, también declarados Patrimonio por la Unesco, posibilitan las visitas a todos sin ningún impacto en sus palaciegas edificaciones.
Aunque el camino es lento, los gestores de La Alhambra, el monumento más visitado de España, han dado un paso de gigante con la instalación de un ascensor totalmente integrado en un edificio de siglos. El elevador de cristal de la empresa IASA, con un presupuesto de 461.967,51 euros, permite subir a todas sus plantas no sólo a las personas con movilidad reducida, también a las personas mayores, a las familias con carritos de bebés...
El primer acceso que nos encontramos en el Palacio de Carlos V es una rampa que salva los tres peldaños de la entrada. Una vez en el interior poco se podía hacer, ya que para llegar hasta el patio central hay un tramo de unos diez escalones infranqueables durante siglos, pero esto ya es historia.
Ahora gracias a esta nueva infraestructura ya es posible recorrer todo el palacio. El resto del conjunto nazarí, es decir, La Alhambra propiamente dicha y los grandiosos jardines del Generalife, es otro tema. Por el momento hay que conformarse con un nada despreciable recorrido seudoaccesible con algo de ayuda.
ruedaspelig.rosas@pelig.es
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