Discapacitados

Leprosos, cancerosos, discapacitados, periodistas y la FAPE

Los Juegos Paralímpicos contribuyen a la inclusión de las personas con discapacidad
Los Juegos Paralímpicos contribuyen a la inclusión de las personas con discapacidadlarazon

En un informe sobre el tratamiento que se da a la discapacidad en los medios de comunicación elaborado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) se utiliza hasta en cinco ocasiones el término “discapacitado” que según la ONU vulnera los derechos humanos de las personas con discapacidad.

Es decir, la FAPE hace un estudio para analizar y denunciar la posible vulneración que los medios de comunicación hacen de los derechos de las personas con discapacidad, y resulta que en su propio informe vulnera estos derechos en diferentes ocasiones.

Es curioso que la estructura oficial que representa a los periodistas de España (a los que estén afiliados, claro) organice una jornada sobre este tema y presente un informe plagado de estereotipos en el que la discapacidad se sigue considerando un atributo de la persona humana, desoyendo el mandato de la ONU que en su Convención Internacional indica que “la discapacidad es una situación provocada en la interacción entre la persona, sus características, el medio físico y social no habilitado para la diversidad propia de la naturaleza humana y no un atributo del ser persona humana”.

Por ello, para la Organización de Naciones Unidas el término “discapacitado sugiere que la discapacidad es parte de su definición como ser humano y no lo es”, lo que lleva a la ONU a disponer que “el único término correcto a nivel mundial para referirse a este grupo de la población sea Personas con Discapacidad (PCD) o Personas en Situación de Discapacidad”.

Queda claro así que hablar de discapacitado es estigmatizar a la persona, igual que lo sería llamar canceroso a una persona que tiene cáncer, como en su momento fue denominar leproso a quien padecía lepra, la enfermedad estigmatizada más antigua de todas. No olvidemos que durante la Edad Media, los leprosos eran obligados a llevar en la mano las denominadas tablillas de San Lázaro, patrón de estos enfermos, que al golpear entre sí avisaban de que iban a pasar por algún lugar.

Si ya es incomprensible que una parte de la sociedad aún siga utilizando términos peyorativos como “inválido”, “disminuido”, “impedido”, “incapaz”, “anormal o subnormal”, más incomprensible resulta aún que la mayor organización de periodistas que existe, la FAPE, organice con gran repercusión un encuentro para analizar el trato que se da a este tema en los medios y sus eruditos en el tema usen en cinco ocasiones un término rechazado por la Convención de Derechos Humanos.

Además destaca que durante el desarrollo de la jornada, a la que asistió la Reina Letizia, los ponentes insistieron una y otra vez en que se cumplan la directiva de la ONU y de una vez por todas se destierre el término ”discapacitado”.

En el informe realizado por la FAPE se reconoce que a partir de la convención de la ONU de 2006, firmada y ratificada por España en 2008, hay un “cambio paradigmático de las actitudes y enfoques respecto de las personas con discapacidad” Los periodistas recogen en su estudio que “se marca un cambio en el concepto de la discapacidad, convirtiendo lo que antes era una preocupación en materia de bienestar social en una cuestión de derechos humanos”. Cambio en el concepto que los propios redactores del informe de la FAPE olvidan al hablar de “integración de los discapacitados”, “derechos de los discapacitados” y “población discapacitada” en la página 2; nuevamente “derechos de los discapacitados” en la página 3 y otra vez “integración de los discapacitados” esta vez en la página 6.

Una muestra más de que los medios de comunicación, los periodistas o las organizaciones de profesionales del sector siguen teniendo un papel decisivo en los procesos de inclusión de las personas con discapacidad, muchas veces de forma negativa.